Hoy hablaremos de uno de los problemas más frecuentes que cualquier cuidador/a de una persona con demencia suele sufrir en su día a día, el aseo del enfermo. Es una lucha difícil de afrontar, ya que la negativa del paciente a la hora de asearse, provoca momentos de máxima tensión e incluso crisis de ansiedad o conductas agresivas del paciente. Para entender estas respuestas, hay que tener siempre presente que bañar o asear a un enfermo de alzhéimer supone entrar en su espacio de intimidad, con todo lo que eso significa, por lo que es necesario tener mucha cautela y paciencia.