No es la primera vez que os invitamos a leer las cartas y testimonios que los cuidadores dedican a sus enfermos. Peor hoy, más que nunca, queremos compartir con todos vosotros esta emotiva carta, este ejemplo de agradecimiento y cariño, qué en esta ocasión, no va dedicada al enfermo solamente, sino al cuidador que ha sido contratado por el familiar del enfermo.
Es una alegría comprobar como hoy por hoy, cada vez son más los cuidadores profesionales que entregan no solo cuidados y atenciones, sino cariñó y afecto a manos llenas, tanto al enfermo como a sus familiares.
Este es un ejemplo de que el que cuida, no solo se encarga de curar el cuerpo, sino el alma.