¿Qué es la enfermedad del Alzheimer?

Es una enfermedad degenerativa cerebral, de tipo irreversible y progresiva, ya que sigue un proceso no recuperable y cuando arranca, va empeorando de forma paulatina. Es el tipo de demencia más frecuente y su incidencia va aumentando con el envejecimiento de la población. Esta enfermedad del olvido se ha trasformado en la tercera causa de muerte en el mundo y en uno de los principales problemas socio-psico-sanitarios. Se trata de un síndrome de origen desconocido y por desgracia sin tratamiento curativo, que acaba con 20 millones de personas (según datos de la OMS). No obstante, se han demostrado los beneficios de mantenerse mentalmente activo, manteniendo y reduciendo el deterioro de las funciones mentales.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del Alzheimer?

El enfermo en un principio, y la familia perciben una serie de rarezas que antes no ocurrían,  por lo que acaba siendo objeto de la primera consulta médica. Estas suelen ser:

  • Pérdidas de memoria que afectan a las capacidades en el trabajo: no recuerdan las citas, nombres, números de teléfono….
  • Olvidos frecuentes que dificultan la realización de las Actividades de la Vida Diaria: preparar la comida, vestirse, lavarse,…
  • Problemas de lenguaje: dificultad para encontrar las palabras adecuadas y tendencia a repetir lo mismo.
  • Desorientación en el tiempo y el espacio: el enfermo se olvida de la fecha, se pierde….
  • Pobreza de juicio: el paciente se viste con ropa inapropiada, sigue conductas anómalas….
  • Problemas de pensamiento abstracto: se olvida del significado del dinero, aparecen problemas de evaluación de semejanzas, de comprensión de refranes….
  • Pérdida de cosas o ubicación en lugares incorrectos: el enfermo guarda la plancha en la nevera, el reloj en el azucarero….
  • Intento de disimular las pérdidas, ya que aún no son conscientes de la enfermedad.
  • Cambios en el humor y la conducta sin causa aparente.
  • Cambios de la personalidad: suspicacia, temor….
  • Autoestima disminuida, depresión y ansiedad, etc.
  • Perdida de iniciativa: el paciente está muy pasivo y necesita estímulos constantes.

(Los afectados por esta enfermedad pueden experimentar una o varias de estas señales)

Fases

Esta enfermedad va evolucionando por distintas fases, a ser exactos tres:

Fase Intermedia o moderada

  • Deterioro importante de la memoria y gran dificultad para el aprendizaje de nuevas tareas.
  • Desorientación espacio-temporal grave.
  • No puede realizar Actividades de la Vida Diaria sin ayuda.
  • Empobrecimiento significativo del lenguaje, la escritura, el dibujo, etc.
  • Pérdida de control sobre gestos y movimientos aprendidos con anterioridad.
  • Alteraciones en el comportamiento y altibajos emocionales.
  • Aparición de incontinencias.

Fase inicial o leve

  • Pérdida real de la memoria.
  • Ligera desorientación espacio-temporal.
  • Dificultad para nuevos aprendizajes.
  • Dificultad para el lenguaje, la escritura, el cálculo y destrezas manuales.
  • Alteraciones en el carácter y el estado de ánimo.     

Fase avanzada o severa

  • Pérdida completa de la memoria, excepto de la afectiva.
  • Desorientación espacio-temporal general con incapacidad para reconocer.
  • Pasividad emocional y desconexión total del mundo que le rodea.
  • Grave afectación del lenguaje incluso ausencia de éste.
  • Alteraciones graves en el equilibrio y en la marcha o la inmovilidad total.
  • Aparición de problemas físicos derivados del inmovilismo.
  • Doble incontinencia total

Es muy importante saber que en esta fase severael enfermo continúa percibiendo el cariño de sus familiares.Además, es necesario puntualizar que la enfermedad va progresando gradualmente y que es muy raro que coincida exactamente con cada uno de los tres estados que se describen. Aun así, puede ayudar echar un vistazo a los signos y síntomas típicos en el contexto de estos tres estados, ya que puede servir a los cuidadores para estar alerta de los problemas que pueden aparecer y hacer planes sobre futuras necesidades.

Afecta a cada persona de forma distinta. Aunque la enfermedad tiende a seguir el mismo patrón (un deterioro progresivo de las capacidades cognitivas y funcionales a lo largo de los años), su impacto dependerá de la personalidad, condiciones físicas y situación social del que parte el enfermo.

¿Existe algún tratamiento?

La intervención terapéutica de la enfermedad, en la actualidad y dado que hasta la fecha no se dispone de tratamiento curativo, se realiza con el enfermo a través de Terapias farmacológicas y Terapias no farmacológicas.

-La Terapia Farmacológicaconsiste en abordar con tratamiento farmacológico esta enfermedad, siendo uno de los aspectos más importantes en la intervención con  el enfermo, ya que intentan retrasar la evolución de la enfermedad, además de ayudar a controlar algunos de los síntomas, como la depresión, insomnio, trastornos de conducta (agresividad, alucinaciones, agitación,….). Estos medicamentos tienen que ser prescritos por el médico especialista: neurólogo, psiquiatra o geriatra.

Este tipo de tratamiento está orientado a:

     
  • Enlentecer la progresión del deterioro y, por tanto, procurar su estabilización y mejorar el estado funcional del enfermo.
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  • Controlar síntomas.
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  • Prevenir complicaciones.
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  • Procurar el confort de la fase terminal.

-La Terapia No Farmacológicaes tan importante como el tratamiento farmacológico. Se trata de distintas intervenciones con las que se pretenden mantener el máximo tiempo posible las capacidades residuales, completar y mejorar la  eficacia de los tratamientos farmacológicos y, con ello, mejorar la calidad de vida del enfermo y sus familiares. Consiste en intervenir con el enfermo a través de la estimulación cognitiva, física y funcional.

La estimulación cognitiva engloba todas aquellas actividades que se dirigen a mejorar el funcionamiento cognitivo en general (memoria, lenguaje, atención, concentración, razonamiento, abstracción, operaciones aritméticas y praxias) mediante programas de estimulación.