Identificar las causas es fundamental no solo para un mejor manejo de la agresividad en el Alzheimer, sino porque este síntoma puede estar respondiendo a problemas de salud importantes. Entre las causas más comunes están:
- Delirios y alucinaciones
- Dolores
- Infecciones urinarias
- Cansancio
- Ambientes con mucho ruido
- Presencia de un nuevo cuidador u otras personas desconocidas
- Cambio de residencia
- Confusión debido a los déficits cognitivos o sensoriales (visión y audición afectadas, por ejemplo)
- Exigencias que la persona ya no es capaz de afrontar: por ejemplo, bañarse de forma independiente
- Efecto secundario de medicamentos
- Incomodidad física debido a la falta de movilidad.
La agresividad puede ser tratada de manera farmacológica y no farmacológica; ¿Cómo podemos actuar de manera no farmacológica?
En este enlace podéis leer 15 ideas básicas:
Fuente: https://infotiti.com/2017/03/manejar-agresividad-alzheimer/