Para terminar con nuestro ciclo de artrosis veremos la espóndiloartrosis o artrosis de la columna vertebral, llamamos así a la degeneración de las estructuras óseas articulares formadas por los discos intervertebrales y por las articulaciones posteriores. Esta degeneración del cartílago articular puede afectar a cualquier parte de la columna vertebral sea a nivel cervical, dorsal o lumbar.
Es un proceso natural del edad, en la juventud el núcleo pulposo del disco intervertebral es espeso y de consistencia gelatinosa, pero con la edad pierde hidratación y se vuelve mas quebradizo. A partir de los 40 años es normal que en radiografía se muestre algún signo de artrosis en algún nivel de la columna vertebral. En los ancianos es normal perder estatura por la aproximación de sus vértebras al perder grosor sus discos vertebrales, también es común la cifosis dorsal, no solo se pierde en altura sino que se deforma hacia delante.
Cuando la degeneración es severa o cuando aparece en temprana edad debido a la sobrecarga, ya no forma parte de la evolución natural sino de un desequilibrio que puede provocar dolor a medio o largo plazo. El dolor aparece con mayor frecuencia a nivel cervical o lumbar. Además del dolor local, hay una limitación a los movimientos y rigidez muscular. Las personas con artrosis lumbar suele quejarse más al inicio del movimiento, ejemplo al levantarse de la cama o de la silla, y no tanto cuando caminan durante un rato. Cuando la artrosis es cervical, manifiestan un dolor en el cuello que irradia hacia los músculos trapecios, con rigidez de los músculos del cuello y movimientos limitados principalmente en rotación de la cabeza, incluso acompañados de crepitaciones.
Tratamiento
Como ya sabéis por los post anteriores una detección precoz del problema nos ayudara a frenar el desgate óseo. Acudir al médico para una confirmación radiológica y que establezca un protocolo de actuación es vital.
El siguiente paso es un buen programa de fisioterapia consistente en:
- Termoterapia, el calor nos ayudara a mantener la musculatura relajada, además al usarlo al inicio de la sesión de fisioterapia nos servirá para aumentar el umbral del dolor y permitiéndonos un poco mas de flexibilidad a la hora de hacer los ejercicios
- Masoterapia descontracturante ,elmantener la musculatura lo mas relajada posible no solo previene los dolores, sino que evitara la aparición de deformidades
- Ejercicios de flexibilización de tronco,para evitar la rigidez que ocasiona la espóndiloartrosis
- Electroterapia analgésica, en casos más avanzados de la artrosis vertebral la desaparición del disco intervertebral provoca compresiones e irritaciones nerviosas, por lo que la electroterapia puede ser una herramienta muy eficaz llegado el momento.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta centro de día de alzhéimer “Tierra de Barros”)