Martes, 20 Enero 2015 09:25

LA DEPRESIÓN PUEDE SER ANTESALA DEL ALZHEIMER

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No es la primera vez que los investigadores establecen una relación directa entre la depresión y el mal de alzhéimer pero ahora podemos remitirnos a un estudio científico publicado en la revista “Neurology” que confirma las sospechas que ya se tenían al respecto. El estudio concluye que la depresión y otras modificaciones de conducta suelen aparecer en personas que después desarrollaran la enfermedad de Alzheimer. Además no solo se ha verificado este dato, sino que dichos síntomas podrían aparecer antes de que comiencen los problemas de memoria. 

 

La depresión y otros cambios de conducta pueden aparecer en personas que posteriormente desarrollaran la enfermedad de Alzheimer, incluso antes de que empiecen a tener problemas de memoria, según concluye un nuevo estudio publicado en la edición digital de este miércoles de Neurology.

"Mientras que estudios anteriores han demostrado que aproximadamente el 90 por ciento de las personas con Alzheimer experimenta síntomas conductuales y psicológicos, como depresión, ansiedad y agitación, este estudio sugiere que estos cambios comienzan incluso antes de que las personas tengan demencia diagnosticable", afirma la autor del estudio, Catherine M. Roe, de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington en St. Louis, Missouri, Estados Unidos, y miembro de la Academia Americana de Neurología.

El estudio evaluó a 2.416 personas mayores de 50 años que no tenían problemas cognitivos en su primera visita a uno de los 34 centros de Alzheimer de todo el país y se les siguió durante un máximo de siete años. De los participantes, 1.198 personas se quedaron cognitivamente normales, sin problemas de memoria, durante el estudio. Se les comparó con 1.218 personas que fueron seguidas durante el mismo periodo de tiempo, pero que desarrollaron demencia.

Las personas que desarrollaron demencia durante el estudio también tuvieron apatía, cambios en el apetito, irritabilidad y depresión antes que las personas que no desarrollaron demencia.

El 30 por ciento de los individuos que desarrollaron demencia tenía depresión después de cuatro años en el estudio frente al 15 por ciento de aquellos que no sufrieron demencia. Los que desarrollaron demencia presentaban más del doble de probabilidades de sufrir depresión antes que aquellos sin demencia y más de 12 veces probabilidades más de padecer delirios que los que carecían de demencia.

Roe subraya que el estudio se suma a la evidencia contradictoria sobre la depresión y la demencia. "Todavía no sabemos si la depresión es una respuesta al proceso psicológico de la enfermedad de Alzheimer o el resultado de los mismos cambios subyacentes en el cerebro. Se necesita más investigación para identificar la relación entre estas dos condiciones".

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