Una nueva investigación enlaza la soledad emocional a una serie de respuestas inmunes disfuncionales, lo que sugiere que la soledad tiene el potencial de dañar la salud en general. Los investigadores encontraron que las personas que estaban más solas mostraron elevados signos de reactivación del virus latente del herpes y mayor producción de proteínas relacionadas con la inflamación en respuesta al estrés agudo que la gente que se sentía más conectada socialmente. Estas proteínas señalan la presencia de inflamación, y la inflamación crónica está vinculada a numerosas condiciones, incluyendo enfermedad cardíaca coronaria, diabetes de tipo 2, la artritis y la enfermedad de Alzheimer, así como mayor fragilidad y disminución funcional. La reactivación de un virus latente se sabe que está asociada con el estrés, lo que sugiere que la soledad emocional funciona como un factor de estrés crónico que desencadena una respuesta inmune mal controlada. Ha quedado claro a partir de investigaciones previas que la mala calidad de las relaciones sociales está vinculadas a una serie de problemas de salud, incluida la mortalidad prematura y todo tipo de otras condiciones de salud muy graves. Y las personas que se sienten solas se sienten como si tuvieran relaciones de mala calidad, según afirman los profesionales de salud. Una de las razones por la cual este tipo de investigación es importante es para entender cómo la soledad emocional y las relaciones sociales y personales en general afectan a la salud. Cuanto más se entienda acerca del proceso, más posibilidades habrán de contrarrestar esos efectos negativos.