Autora: Marina Preciado Hortigón
Fisioterapeuta del Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”
La real academia de la lengua española define la aromaterapia como” la utilización medica de los aceites esenciales”.
El término aromaterapia fue utilizado por primera vez por el químico francés René-Maurice Gattefosé en 1935 , es considerada una terapia de la medicina alternativa y desde un punto de vista científico no se considera parte de la medicina convencional, aunque no es necesario explicar como esta relacionado nuestro cerebro y nuestro olfato, algunos de nuestros recuerdos más fuertes, nuestras asociaciones más potentes, son provocadas por el olor; un olor que se asocie a un evento o momento del pasado, le transportará a ese momento, despierta los recuerdos…
La raíz de la aromaterapia se remonta a siglos atrás, pero los métodos de extracción de los aceites esenciales que se utilizan en esta terapia son mucho más recientes. Los aceites esenciales son mezclas de varias sustancias químicas biosintetizadas por las plantas, que dan el aroma característico a algunas flores, árboles, frutos, hierbas, especias, semillas y a ciertos extractos de origen animal
Todos los aceites esenciales son antisépticos, pero cada uno tiene sus virtudes específicas, por ejemplo pueden ser analgésicos, fungicidas, diuréticos o expectorantes. La reunión de componentes de cada aceite también actúa conjuntamente para dar al aceite una característica dominante. Puede ser como el de manzanilla, refrescante como el de pomelo, estimulante como el aromático de romero o calmante como el clavo.
En el organismo, los aceites esenciales pueden actuar de modo farmacológico, fisiológico y psicológico. Habitualmente producen efectos sobre diversos órganos (especialmente los órganos de los sentidos) y sobre diversas funciones del sistema nervioso.
Los más utilizados con pacientes de Alzheimer son: