
La astenia estacional suele ser un trastorno leve y de duración breve, pero puede complicarse cuando nos encontramos ante un enfermo de alzhéimer. Ya sabéis que los cambios en ellos son más complicados, ya que necesitan más tiempo de adaptación, por eso es importante estar alerta y anteponerse a los síntomas para lograr que la transición de estación sea más fácil. Y es que la disminución de las horas de luz, los cambios de horario, las variaciones de temperatura y presión atmosférica pasan factura y podemos encontrarnos ante síntomas como cansancio, debilidad, somnolencia, bajo estado de ánimo, dificultadde concentración y apatía. También pueden aparecer otros signos como irritabilidad, falta de apetito, e incluso un descenso de las defensas de nuestro cuerpo.