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Los pacientes con Alzheimer tienes más problemas en la marcha que las personas sin deterioro cognitivo, lo cual los hace más propensos a las caídas, en concreto casi el doble, ya que la incidencia anual de caídas en personas con demencia es de hasta un 60-80%.

Llevamos casi una semana en la nueva estación y nuestro cuerpo es el primero en notarlo, si os notáis más cansados, con sueño, sin ganas de hacer nada…no os preocupéis, no os pasa nada extraño, es que vuestro cuerpo se está adaptando a la nueva estación y se produce un fenómeno conocido como astenia.

Hemos estado viendo estas semanas cómo se produce la marcha, las fases de la misma, los problemas que nos podemos encontrar e incluso como evitar que nuestros enfermos de Alzheimer pierdan esa capacidad.

Después de explicaros el mecanismo de la marcha y sus problemas es importante recalcar que debemos intentar que nuestros enfermos de Alzheimer la conserven el mayor tiempo posible, recuperar una marcha una vez que se ha perdió es muy complicado, no imposible, pero si es un proceso largo y con mucho trabajo.

Explicábamos la semana pasada las fases de la marcha y los problemas que pueden hacer que nuestro familiar camine peor, hoy veremos con más detenimiento las formas de caminar que se pueden adoptar por diferentes problemas en músculos o articulaciones.

Enero trajo consigo el frio, las heladas y una tercera ola de Covid, con lo que el mejor y casi único plan es pasar las tardes en el sofá y arropados calentitos con el brasero. Por lo que, además de todo esto ha traído en muchos casos una patología del sistema circulatorio y la piel: “las cabrillas”

Ayer se celebró en todo el mundo el día internacional de los abrazos, que gesto tan sencillo y ¡cuanto lo echamos de menos!

Comentábamos en pasadas semanas los problemas relacionados con los pies, hoy desarrollaremos la artrosis de tobillo, un problema menos conocido que la artrosis de rodilla pero que nos encontramos con mucha frecuencia en nuestros mayores

Comentábamos la semana pasada la importancia del calzado en personas mayores con dificultad en la marcha, muchas veces estos mismos problemas de origen central se ven agravados por deformidades físicos en los pies.

Todos sabemos lo importante que son unos buenos zapatos, en más de una ocasión nos habremos puesto un calzado que nos ha dejado los pies destrozados, o por problemas de tamaño, el material, tacón excesivo o incluso suela demasiado delgada. Si son importantes para nosotros que nos movemos sin dificultad imaginaos lo importantes que son en personas que tienen problemas para caminar o alteraciones de la marcha, como en algunos casos de nuestros mayores con Alzheimer.