La psicóloga de AFA Cartagena (Murcia), Sonia Galloso, ha comenzado a impartir del 13 de Enero al 7 de Febrero el “curso de capacitación para el cuidado de personas enfermas de Alzheimer, encamadas o en situación de dependencia”, que organiza la Concejalía de Mujer del ayuntamiento de Cartagena.
En la presentación del mismo, la profesional encargada de impartirlo dijo algo de lo que hoy, desde aquí, queremos hacernos eco, por la importancia y la trascendencia que, por desgracia, aún hoy tienen sus palabras.
Más concretamente comentó que " enfermedades raras siguen siendo un tabú que hay que afrontar en la actualidad"
Por desgracia, sus palabras son tan ciertas como la vida misma y es que, a pesar de la repercusión social que esta enfermedad tiene, a pesar de los avances científicas en cuanto a su estudio, a pesar de que cada vez son más los afectados y enfermos que se unen y asocian para defender sus intereses, a pesar de la incidencia social en cuanto al número de casos diagnosticados, que pronto alcanzará proporciones epidémicas……….a pesar de todo ello, EL MAL DE ALZHEIMER SIGUE SIENDO ESTIGMATIZANTE, sigue dando reparo o “miedo social” reconocer que nuestra madre, nuestro hermano, nuestra mujer, sufren una demencia.
Quizás sea la falta de comprensión por parte de quienes no lo padecen directa o indirectamente, o quizás el miedo a que piensen que los trastornos conductuales del enfermo son fruto de su voluntad y no de su enfermedad, el caso es que a día de hoy, aún muchos siguen escondiendo la enfermedad dentro de sus casas, sufriendo en silencio la amargura de vivir cuidando a alguien a quien has querido tanto y que ya no te recuerda.
Por eso es tan importante seguir luchando, seguir haciendo visible esta dolencia, seguir concienciando a la población en general sobre este mal, porque tarde o temprano puede tocarte a ti y si no estás preparado para recibirlo, aceptarlo, asumirlo y afrontarlo con determinación y entereza, puede ser que acabes solo y atrapado por las sombras del miedo al qué dirán, encerrado para siempre en las garras del olvido.