Hoy en nuestra sala multisensorial hemos estimulado el sentido del tacto, y es que en nuestra piel hay receptores nerviosos que se encargan de transformar los diferentes tipos de estímulos del exterior en información susceptible para ser interpretada por el cerebro, en concreto los corpúsculos de Meissner, presentes en la punta de los dedos, son los que se encargaran de realizar esta tarea.
Para la estimulación táctil hemos utilizado una caja de arena con fondo luminiscente, de modo que nuestros abuelos puedan tocar, escribir, dibujar y sentir de una manera amena y divertida