Desde aquí siempre hemos defendido que la mejor forma de concienciar a la sociedad de la importancia de aunar esfuerzos para combatir el mal del olvido es mostrando solidaridad y apoyo desde las entidades sociales y los personajes más relevantes de la misma, ya que ellos, como ejemplo de ciudadanía, con sus actitudes frente a la enfermedad pueden concienciar sobre la misma al resto de la sociedad.

Ejemplo de ello es lo que han hecho unos deportistas de élite que llevan años demostrando dominio en sus diferentes deportes  y ahora enseñan su extraordinaria calidad humana. El nadador, plusmarquista mundial de los 50 metros mariposa, Rafa Muñoz, el ciclista Luis Ángel Mate y el paratriatleta Javier Mérida, se han inscrito en la prueba popular que tendrá lugar en Marbella el próximo domingo 13 de julio, a beneficio de la Asociación de Familiares de Alzheimer (AFA) de esta localidad.

Los organizadores de dicha prueba solidaria son la ONG “Deportistas Por Una Causa”, conocidos en la localidad marbellí por organizar anualmente un acontecimiento deportivo que sirve para recaudar fondos en favor de una determinada causa social.

Esperemos que este ejemplo de generosidad, altruismo y solidaridad sirva de ejemplo para otros muchos

Este nuevo libro del archiconocido Albert Espinosa es una de esas historias complejas y sencillas a la vez, la historia de la familia del protagonista y de su padre, enfermo de cáncer y alzhéimer, y de cómo, a través de esas dos crueles enfermedades, el padre y el hijo se reencuentran con su pasado, aprenden a vivir mejor su presente, y se preparan para el futuro.

Albert Espinosa, conocido por ser el creador de la exitosa serie “Pulseras Rojas” y por haberse granjeado una notable fama como escritor de libros de “Autoayuda”, nos presenta en esta ocasión la historia de una vida, la historia de una familia donde los caminos, que durante años han estado separados, vuelven a unirse a través de la enfermedad del olvido.

Lo recomendamos sobremanera a todos aquellos que deseen leer para pensar, para profundizar en sí mismos, en sus sentimientos, en su propia existencia…….porque muchas veces leer no es solo entretener, sino aprender y creer que, a pesar de todo, la vida siempre puede darnos una última oportunidad.

Esta historia, o micro cuento que os presentamos a continuación, la descubrí por casualidad hace poco navegando por la red, buscando material de concienciación y reflexión sobre la vejez y la enfermedad en esta etapa de la vida.

Así, llegué a una página, www.encuentos.com, donde su creadora, Liana Castello, da cobertura a autores independientes que mediante esta web pueden compartir con el resto de los internautas sus historias, sus cuentos, sus inquietudes, sus reflexiones.

En ella encontré un cuento titulado “la Rueda”, una historia tan ficticia, pero tan real como la vida misma, que a modo de parábola, nos hace reflexionar sobre el principio y el fin de la vida, sobre las similitudes que existen entre un anciano enfermo o achacoso por el paso de los años, y un niño que está comenzando a vivir.

Es una historia preciosa, sencilla, emotiva y reflexiva que nos hace pensar en la importancia de los padres, y el legado que dejan a sus hijos.

Espero que os guste, y que como a mí, os trasmita el mensaje de que ante la enfermedad en la vejez, se llame alzhéimer o de cualquier otra manera, los cuidados y el cariño son el único antídoto para no abandonar a los que tanto nos dieron, nuestros padres.

En esta ocasión es un oligonucleótido preparado por un equipo de científicos de la Universidad de San Luis en Misuri, Estados Unidos, el que ha hecho posible restaurar  la capacidad de aprendizaje, la memoria y el comportamiento correcto en ratones incubados con un trastorno idéntico a la enfermedad humana del Alzheimer.

Dicha sustancia también redujo la inflamación en las zonas del cerebro responsables del aprendizaje y la memoria.

Está claro que aunque es una importante línea de investigación sobre el alzhéimer, no podemos lanzar las campanas al vuelo aún, porque no hay que olvidar que se trata de una investigación hecha con ratones, no con humanos, así que antes de poder demostrar su eficacia en humanos es necesario seguir una serie de protocolos, como por ejemplo pruebas de toxicidad, que dictaminen el camino a  seguir.

Aún así es fundamental descubrir sustancias que aunque sea en animales, pueda combatir los síntomas de la enfermedad.

Esperemos poder dar pronto la noticia de esos mismos resultados positivos pero en humanos.