Es posible, responde José Ángel Obeso, director de Centro Integral de Neurociencias de Hospitales HM, que está apunto de inaugurarse, en una entrevista concedida a ABC. Y nuestro ajetreado ritmo de vida tiene mucho que ver, opina. Alzhéimer y párkinson, las dos principales enfermedades neurodegenerativas, están ligadas a características típicamente humanas, como la cognición y la memoria, en el primer caso, y la bipedestación, que permitió liberar las manos para maipular objetos, en el párkinson, que es un trastorno del movimiento. ”Quizá estemos pagando el precio de nuestro éxito como especie, y estas enfermedades neurodegenerativas son la consecuencia”, señala Obeso.
Un opinión que comparten otros especialistas, como Emiliano Bruner, responsable del Grupo de Paleoneurología del Centro Nacional de de Investigación sobre Evolución Humana (CENIE), que sostiene también que el alzhéimer es el precio que pagamos por un cerebro tan evolucionado, como explicaba a ABC.
“Los humanos no nos damos cuenta de que somos igual de vulnerables que lo eran los dinosaurios. No hay ningún mecanismo biológico que nos proteja. Nuestra evolución ha sido muy buena para llegar hasta aquí, pero no hay ninguna razón para que siga siéndolo”, apunta Obeso.
Entre sus objetivos al frente del CINAC,las neuronas afectadas en el párkinson, que son las que generan rutinas típicamente humanas que permiten a nuestro cerebro trabajar en multitarea: “Generan rutinas como escribir, levantarse o quitarse las gafas”, acciones que podemos hacer sin prestar mucha atención, de forma casi automática.
“Pretendemos averiguar cuál es el precio que debe pagar el cerebro por mantenerlas, porque esas neuronas deben tener alguna característica que las hace vulnerables al párkinson. Averiguar qué ocurre cuando se sobrecargan y qué las diferencia de otras neuronas próximas que no se afectan con el párkinson es fundamental”
Cree que con técnicas no invasivas como los ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) podrán abordar ese objetivo y detener la progresión del párkinson a corto plazo. Y de ahí tal vez puedan extraerse conclusiones sobre el alzhéimer, porque ambas patologías tienen cosas en común.