Os hemos comentado en muchas ocasiones que es posible estimular la memoria a través de los sentidos, aunque en el centro lo trabajamos en la sala snoezelen también lo realizamos en nuestro día a día de manera inconsciente

Personalmente creo que el olfato es el sentido que más estimulamos en verano y el que más recuerdos asociados me despierta: el olor a piscina, a salitre, a bronceador de coco, a sandia, a césped recién regado…

Pero ¿por qué? ¿cómo un olor, en un momento determinado, se queda en nuestra memoria y crea un recuerdo?

El conjunto de órganos implicados en la recepción e interpretación de los olores forma parte del sistema límbico. Este también es el encargado de crear respuestas a los estímulos, convirtiéndolos en emociones. Estas sensaciones se quedan mejor grabadas que los simples datos, ya que las emociones tienen mejor aceptación y son más fáciles de memorizar para nuestro cerebro, por todo lo que implican.

Algunos de los órganos que intervienen en este proceso son la amígdala cerebral, que procesa las emociones y el hipocampo, que crea recuerdos y los archiva a corto o largo plazo. Los dos están unidos al bulbo olfativo, lugar al que llegan los olores que provienen del exterior.

En 2022 el museo del prado pone en marcha una iniciativa estupenda con una exposición olfativa, uniendo cuadros y olores, dentro de la exposición entra una serie de conferencias, de neurociencia y sentidos. En una de ella Nazaret Castellanos expone de manera brillante cómo interactúan olfato y memoria:

https://www.youtube.com/watch?v=Ls71YaLjJG8&t=481s

Muy interesante, no os la podéis perder.

Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta Centro de Día AFA Tierra de Barros.