Comer nueces habitualmente podría retrasar el desarrollo de alzheimer, ralentizando la progresión de la enfermedad, según un estudio realizado por el Instituto para la Investigación Básica en Discapacidades del Desarrollo de Nueva York (Estados Unidos).
Mejoras en la memoria de roedores
El estudio ha sido probado con roedores a través de una dieta suplementada con nueces. Los animales se encontraban modificados genéticamente para experimentar varios de los síntomas degenerativos que afectan a la función cognitiva. Los científicos les proporcionaron el equivalente a 30 y 45 gramos de nueces diarios en humanos y los resultados mostraron mejoras en su aprendizaje, la memoria, el desarrollo motor y reducción de la ansiedad.
El equipo responsable del estudio sugiere que el alto contenido de antioxidantes de las nueces pudo contribuir en la protección del cerebro del ratón de la degeneración vinculada al Alzheimer.
Las nueces, buenas para el estrés
Diversos estudios han comprobado que las nueces también son buenas contra el estrés oxidativo y la muerte celular causada por la beta proteína ‘amiloidea’, el componente principal de los depósitos amiloideos y placas seniles de las personas enfermas de Alzheimer, gracias a su extracto.