Mañana 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, bajo el lema: La prevención del ictus es tu responsabilidad.
La probabilidad de tener un ictus aumenta en las personas que presentan ciertos factores de riesgo controlables como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo o la obesidad, entre otros.“El paciente puede actuar para modificarlos, disminuir e, incluso, evitar el accidente cerebrovascular”, aseguraCarmen Aleix, presidenta de la Federación Española del Ictus (FEI), con motivo del Día Mundial de esta patología, que se celebra el próximo 29 de octubre.
Este año, bajo el lema “La prevención del ictus es tu responsabilidad”, la FEI quiere concienciar a los ciudadanos de la importancia de controlar los factores de riesgo. Pero además, hace hincapié en que el ictus “es cosa de todos, porque en la prevención y en la atención sociosanitaria todos contamos y todos somos corresponsables: pacientes, administración y profesionales”.
Teniendo en cuenta que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, Carmen Aleix opina que “la administración debe garantizar el derecho de los pacientes a la información y a la innovación terapéutica y tecnológica que permite controlar o detectar mejor el riesgo de ictus, en especial cuando nos referimos a la fibrilación auricular, causante de 1 cada 5 ictus en España”.
Tal y como asegura Aleix “los pacientes pueden ayudar a prevenir el ictus, controlando alguno de los factores de riesgo. Desde la FEI damos a los pacientes ocho herramientas sencillas como son mantener controlados la presión arterial (<140/90) y los niveles de colesterol (<240), acudir el médico cuanto antes si se notan latidos irregulares, abandonar el tabaco, controlar la diabetes de forma estricta, practicar ejercicio físico de forma regular, consumir alimentos bajos en sal y grasas, evitar el consumo de drogas y si se consume alcohol, hacerlo de forma moderada”. Desde la FEI recomiendan que si un paciente o familiar detecta alguno de estos síntomas llame al teléfono de emergencias (061 o 112, dependiendo de la Comunidad Autónoma) para acudir al hospital cuanto antes, ya que en el ictus, las primeras horas son clave en la evolución del paciente.