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Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago, EEUU, ha publicado recientemente en la revista “Scientific Reports” un estudio que determina de forma clara que el tratamiento a largo plazo con antibióticos de amplio espectro reduce el número de placas beta-amiloides, las principales causantes del mal del olvido y además aumenta la actividad de las células encargadas del sistema inmune de nuestro cerebro, las Microglías, que son las que defienden a nuestro órgano pensante de agresiones y daños.

Parece ser que los cambios que se generan en la flora intestinal tras el uso reiterado de antibióticos es el causante de todo lo anterior.

Si esto es así, y a medio plazo se avanza más en la investigación, podríamos estar ante una nueva vía de estudio en cuanto a la importancia del sistema digestivo en su relación con el funcionamiento cerebral.   

Numerosos son los estudios e investigaciones que intentan comprender si existe una relación directa entre el mal de alzhéimer y el mayor riesgo de padecerlo las mujeres una vez que han comenzado con la menopausia.

Aunque los resultados aún no son concluyentes, sí que es evidente que la disminución de los estrógenos y el resto de alteraciones hormonales que se producen en la mujer con la menopausia puede aumentar el riesgo de padecer demencia.

Seguiremos atentos a este tipo de estudios para saber hasta qué punto los cambios hormonales influyen en la enfermedad del olvido.

Según una investigación de la Universidad de Hawaii, parece ser que se puede detectar el riesgo de padecer alzhéimer mediante un estudio genético que revelaría determinados cambios morfológicos del cerebro y que podría indicar la propensión a padecer la enfermedad.

Si al final los resultados resultan concluyentes, estaríamos ante un descubrimiento crucial para la detección precoz de la enfermedad, posibilitando de eta forma, un tratamiento preventivo eficaz.

Una nueva investigación sobre las demencias neurodegenerativas, y entre ellas la más frecuente, el mal de alzhéimer, se ha puesto en marcha en la Comunidad de Madrid.

Una investigación en la que se participaran voluntarios de catorce centros de mayores y que se ha podido llevar a cabo al acuerdo de colaboración entre la Agencia Madrileña de Atención Social(AMAS) y elDepartamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

El estudio revelará la influencia y determinación a la hora de padecer demencias  de determinadas variables, como nuestro sistema nutricional, los hábitos que generan toxicidad o la composición corporal, tanto en personas mayores sanas como con deterioro cognitivo leve.

Según una investigación publicada en la revista Neurology, los investigadores se encuentran cada vez más cerca de poder detectar precozmente el riesgo genético de padecer enfermedades neurodegenerativas como el mal de alzhéimer, y van incluso más allá en sus conclusiones, al especificar que posiblemente consigan detectarlo en adultos jóvenes. Ojalá sea sí porque la detección temprana es y será siempre al mejor forma de proteger, preparar y reforzar nuestro cerebro ante la enfermedad.

La lactoferrina es una proteína que se encuentra en los  fluidos corporales  como las lágrimas, la sangre o la saliva) además de ser un elemento importante del sistema inmune ya que posee propiedades anti-microbianas frente a bacterias y hongos. Además de lo anterior,  se le atribuyen efectos  anti-inflamatorias y anti-oxidantes.  Esto es lo que se deduce de las dos investigaciones realizadas por el laboratorio “Sesderma y Biópolis”. Pero los resultados no solo han concluido lo anterior, sino que van más allá, ya que han conseguido  mostrar la importancia de la lactoferrina para prevenir el envejecimiento patológico y la neuro degeneración cerebral, permitiendo con ello enlentecer ciertas enfermedades neurodegenerativas.  Ojalá pueda seguir avanzándose en esta línea de investigación para encontrar una medida inmunológica que pueda frenar o al menso enlentecer la progresión de estas enfermedades.

La empresa  farmacéutica Janssen, en estrecha colaboración con la Universidad del Sur de California y otros sesenta y cinco centros del mundo, iniciará próximamente otra fase del ensayo clínico que se está llevando a cabo con uno de sus  fármacos, posible candidato para tratar el mal de Alzheimer. El fármaco recibe el nombre de JNJ-54861911.

El ensayo comenzará ahora a realizarse en las fases  II y III y pretende utilizar a más de 1600 personas sin síntomas de demencia, pero con riesgo de desarrollarla. La búsqueda de los participantes en el ensayo se realizará en 65 localidades de América, Europa, Japón y Australia.

Según la farmacéutica, el principal objetivo de este nuevo compuesto es la destrucción de los ovillos neuro fibrilares y las placas de beta-amiloide.

Ojalá esta sea la puerta de entrada a una nueva era medicamentosa más eficaz en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer.

Oro estudio más, y ya van muchos, que ha relacionado la obesidad con el riesgo de padecer el mal de alzhéimer.

Pero en esta ocasión, hay un añadido aún más peligroso, el hecho de que cuanto más joven sea la persona al empezar a sufrir sobrepeso severo, más se acelera la edad de aparición del mal de alzhéimer.

Al menos esta hipótesis es al que están intentando constatar científicos mejicanos en un estudio experimental de tipo longitudinal realizado con roedores.

Ya veremos los resultados y sus conclusiones finales, pero en el caso de que estén en lo cierto, ya tenemos otra razón más, de las miles que hay, para cuidar nuestra alimentación y nuestro peso. 

Ya podemos constatar científicamente algo de lo que ya hemos hablado en nuestra web en otras ocasiones, el hecho de que la práctica continuada de la meditación aumenta significativamente la esperanza de vida  porque aporta numerosos beneficios para la salud, no solo mental sino física.

Y es que entre otras cosas, disminuye los niveles de estrés, reduciendo así la cantidad de cortisona en sangre, algo muy beneficioso para prevenir enfermedades como el cáncer. Pero no solo eso, incrementa los niveles de una proteína llamada Telomero, que protege a nuestro cerebro de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

Para los que deseen seguir descubriendo las conclusiones a las que han llegado el grupo de científicos del “Instituto Aragonés de Ciencias de la salud”, no dudéis en continuar leyendo, merece la pena.

Se llama PRJ212 y es un nuevo compuesto de origen animal, extraído y aislado a partir de cerebros de porcinos. Ha sido creado por un grupo de investigadores de la compañía Bioibérica y los resultados obtenidos en los siete estudios preclínicos realizados con animales han sido sumamente positivos y esperanzadores ya que ha logrado enlentecer el avance del mal de alzhéimer en fases iniciales de la enfermedad. Ahora dará comi8enzo su estudio clínico en humanos y solo nos queda desear con todas nuestras fuerzas que los objetivos sean igual de positivos que en animales para que la esperanza pueda convertirse pronto en una realidad.