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Cuando una persona convive con Alzheimer, su realidad puede cambiar de forma significativa. Es habitual que confunda fechas, lugares o incluso a personas cercanas. Ante estas situaciones, muchas veces los familiares intentan corregir con la mejor intención. Sin embargo, esto puede generar angustia, frustración o enfado en la persona afectada.

En estos casos, una herramienta muy valiosa es la validación emocional. Validar no significa mentir, sino acompañar a la persona en su vivencia actual, reconociendo su emoción sin confrontarla. Por ejemplo, si nuestro familiar manifiesta “Quiero irme a casa”, responder con un “pero si ya estás en casa” suele generar más confusión, e incluso ansiedad. En su lugar podemos decir “¿Te gustaría estar en casa? Cuéntame, ¿cómo era tu casa?”

Este tipo de respuestas generan seguridad, calma y conexión emocional. Permiten que la persona se sienta escuchada y comprendida, algo fundamental en cualquier etapa de la enfermedad. Además, reducen la aparición de comportamientos disruptivos derivados de la incomprensión.

La validación es una forma de cuidar que va más allá de lo físico, es cuidar desde el vínculo y el respeto profundo a la persona.

 

Neuropsicología Alzheimer Tierra de Barros

Martes, 05 Agosto 2025 10:16

EJERCICIOS 1021 Y 1022

Ejercicio 1021:

Para el siguiente ejercicio deberás concentrarte, ya que vamos a ponerte dos textos, en un principio son exactamente iguales pero hay cambios, el segundo texto tiene algunas palabras diferentes al original. ¿Serás capaz de encontrarlas?

TEXTO ORIGINAL

Hace muchos años, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía un joven llamado Aldrin. Siempre había sentido una conexión especial con la naturaleza y pasaba horas explorando los bosques cercanos. Un día, mientras caminaba por un sendero poco conocido, encontró una piedra brillante en el suelo. Al tocarla, una sensación extraña recorrió su cuerpo, y, antes de que pudiera reaccionar, el mundo a su alrededor cambió por completo.

De repente, Aldrin se encontró en un paisaje deslumbrante, lleno de colores imposibles y criaturas fantásticas. En el cielo flotaban enormes ballenas de colores vivos, y el suelo estaba cubierto de flores que cantaban al viento. En ese momento, un anciano se acercó a él, con una mirada sabia y una sonrisa misteriosa. "Has cruzado el umbral", le dijo. "Este es el Reino de los Sueños, un lugar donde los deseos más profundos se hacen realidad."

Aldrin, confundido pero intrigado, decidió seguir al anciano a través de un bosque de árboles que susurraban. El anciano le explicó que cada persona que visitaba este reino debía enfrentarse a su mayor miedo o deseo antes de poder regresar. Aldrin, con valentía, aceptó el desafío, y su prueba fue enfrentarse a la soledad que había sentido durante toda su vida.

Tras un largo viaje de autodescubrimiento, Aldrin logró superar su temor, y la piedra brillante apareció nuevamente frente a él. Al tocarla, se encontró de vuelta en su hogar, con una nueva perspectiva sobre el mundo y su lugar en él.

TEXTO CAMBIADO

Hace muchos años, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía un joven llamado Alaric. Siempre había sentido una conexión especial con la naturaleza y pasaba horas explorando los bosques cercanos. Un día, mientras caminaba por un sendero poco conocido, encontró una piedra radiante en el suelo. Al tocarla, una sensación extraña recorrió su cuerpo, y, antes de que pudiera reaccionar, el mundo a su alrededor cambió por completo.

De repente, Alaric se encontró en un paisaje maravilloso, lleno de colores imposibles y criaturas fantásticas. En el cielo flotaban enormes ballenas de colores vivos, y el suelo estaba cubierto de flores que entonaban al viento. En ese momento, un anciano se acercó a él, con una mirada sabia y una sonrisa enigmática. "Has cruzado el umbral", le dijo. "Este es el Reino de los Sueños, un lugar donde los deseos más profundos se hacen realidad."

Alaric, confundido pero intrigado, decidió seguir al anciano a través de un bosque de árboles que murmuraban. El anciano le explicó que cada persona que visitaba este reino debía enfrentarse a su mayor temor o deseo antes de poder regresar. Alaric, con valentía, aceptó el desafío, y su prueba fue enfrentarse a la tristeza que había sentido durante toda su vida.

Tras un largo viaje de autodescubrimiento, Alaric logró superar su ansiedad, y la piedra radiante apareció nuevamente frente a él. Al tocarla, se encontró de vuelta en su hogar, con una nueva visión sobre el mundo y su lugar en él.

Ejercicio 1022:

En esta imagen tenemos 7 diferencias, pero desde la asociación no logramos encontrarlas. ¿Podríais echarnos una mano? Recuerda son 7.

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Martes, 05 Agosto 2025 09:52

CUIDA SUS OJOS EN VERANO

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La sequedad ocular (también conocida como síndrome del ojo seco) es un problema muy frecuente en personas mayores, especialmente a partir de los 50‑70 años, y puede afectar hasta al 75 % de mayores de 70 años, la principal causa es el envejecimiento natural, ya que, a medida que nos hacemos mayores disminuye la producción de lágrimas, afectando especialmente a las mujeres tras la menopausia, por los cambios hormonales.

Encontramos también factores ambientales y conductuales que perjudican al ojo, como estar expuesto a aire acondicionado, calefacción, viento, contaminación o humo de tabaco, así como el uso prolongado de pantallas digitales, que reduce el parpadeo y favorece la evaporación de lágrima.

¿Qué síntomas nos podemos encontrar? Entre los más comunes en personas mayores están:

  • Sensación de arenilla, cuerpo extraño o ardor en el ojo.
  • Irritación, enrojecimiento, picor, lagrimeo reflejo.
  • Sensibilidad a la luz, visión borrosa intermitente
  • En formas avanzadas: erosiones corneales, úlceras, infecciones repetidas, pérdida de agudeza visual

¿Por qué empeoran los síntomas de ojo seco en verano?

El calor intenso y la exposición solar aceleran la evaporación de la película lagrimal. En climas secos, la sequedad ambiental reduce la humedad y obliga a los ojos a evaporarse más rápido las lágrimas. A esto le sumamos que pasamos mucho tiempo en interiores con el aire acondicionado lo cual seca el aire y disminuye la humedad ocular.

A parte de los factores exteriores hay un factor interior esencial: la deshidratación, al ingerir menos agua, y perder más por el sudor hay menos líquido para producir lágrimas. Y esto en personas mayores y con alzheimer se convierte en un reto, nos cuesta hacer que aumente su ingesta diaria de liquidos.

¿Qué podemos hacer para cuidar nuestros ojos en verano?

  • Mantener buena hidratación aumentado la ingesta diaria de agua
  • Usar lagrimas artificiales sin conservantes varias veces al día para reponer la humedad perdida
  • Evitar corriente de aire directa del AC / ventilar para prevenir la evaporación acelerada de las lagrimas
  • Usar gafas de sol envolventes que Protegen del viento, polvo y luz solar directa
  • Evitar piscinas sin gafas y lavar ojos tras nadar
  • Mantiene la humedad del aire por arriba del 40% con el uso de humidificadores en la casa
  • Aplicación de compresas tibias en los ojos y aplicar masaje palpebral para favorecer la función de glándulas de Meibomio (estas se encargan de producir un líquido oleoso que forman la capa externa de la película lagrimal)

La semana próxima veremos cómo podemos realizar dicho masaje, que nos resultara no solo beneficioso para la salud de nuestro ojo, sino que es un estupendo ejercicio de relajación.

Marina Preciado Hortigón

Fisioterapeuta del centro de día AFA Tierra de Barros

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Duelo ambiguo: cuando la persona está, pero ya no es la misma

Cuando un ser querido padece Alzheimer u otra demencia, no solo cambian sus capacidades cognitivas: también cambian nuestras formas de vincularnos con él o ella. En muchos casos, aunque la persona siga físicamente presente, su forma de ser, de relacionarse o de recordar ha cambiado tanto que quienes le rodean pueden sentir que "ya no es la misma". Esta vivencia emocional, compleja y silenciosa, recibe el nombre de duelo ambiguo.

¿Qué es el duelo ambiguo?

El duelo ambiguo es un tipo de duelo que se vive ante una pérdida que no es total ni definitiva. En el caso de las demencias, se refiere a esa sensación de estar perdiendo poco a poco a la persona que conocíamos, aunque siga viva. Ya no recuerda momentos importantes, no reconoce a sus familiares o actúa de forma muy distinta a como solía hacerlo.

Es un dolor difícil de explicar, porque no hay un fallecimiento que lo justifique, pero sí hay una transformación profunda del vínculo. Muchas veces este duelo pasa desapercibido, tanto para el entorno como para quien lo experimenta, lo que lo hace aún más difícil de transitar.

¿Cómo se manifiesta?

El duelo ambiguo puede aparecer en distintas fases de la enfermedad y se expresa a través de emociones como:

  • Tristeza, por la pérdida del vínculo tal y como era.
  • Culpa, por sentir distancia emocional o por necesitar espacios propios.
  • Confusión, porque la persona sigue estando físicamente presente.
  • Rabia, impotencia o frustración ante el deterioro.
  • Sensación de vacío, incluso mientras se cuida activamente a esa persona.

Este duelo puede ser especialmente intenso en momentos clave, como cuando la persona deja de reconocer a sus seres queridos, cuando ya no puede hablar o cuando su forma de actuar cambia radicalmente.

¿Por qué es importante hablar de ello?

Porque nombrarlo alivia. Muchas personas sienten que algo les pasa pero no saben qué es. Comprender que están viviendo un duelo, aunque no haya fallecimiento, permite validar lo que sienten y cuidarse emocionalmente.

El duelo ambiguo también explica por qué el proceso de cuidar puede generar tanto desgaste. No solo implica atender necesidades físicas o cognitivas, sino también gestionar una pérdida constante y progresiva.

¿Qué podemos hacer ante el duelo ambiguo?

  • Reconocerlo: Darse permiso para sentir tristeza o confusión. Es normal, y no significa que se quiera menos a la persona.
  • Buscar apoyo emocional: Hablar con otras personas que estén pasando por lo mismo o contar con un espacio terapéutico puede ayudar a transitar este proceso con mayor claridad.
  • Aceptar los cambios sin dejar de vincularse: La persona ha cambiado, pero aún puede haber momentos de conexión, gestos, miradas o caricias que mantengan el vínculo emocional.
  • Cuidarse a uno mismo: El duelo ambiguo desgasta. Descansar, delegar, poner límites y cuidar la propia salud es esencial.

En las demencias, las pérdidas no siempre ocurren de golpe, sino que se suceden poco a poco. Reconocer el duelo ambiguo no es rendirse, sino adaptarse a una nueva forma de estar, de cuidar y de querer. Y en ese camino, también es posible encontrar nuevas maneras de conectar, sostener y acompañar.

 

Psicología Alzheimer.

Martes, 29 Julio 2025 08:23

AUXILIARES DE CENTRO DE DÍA

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Los centros de día surgen por la necesidad de promocionar la calidad de vida de los mayores, promoviendo su autonomía y favoreciendo así la permanencia en su domicilio el mayor tiempo posible. También son un recurso de apoyo en el entorno familiar del usuario. Todo esto es posible gracias al equipo multidisciplinar que trabaja codo con codo para que los mayores reciban la mejor atención posible. Dentro de este amplio equipo se encuentra una figura fundamental: LOS AUXILIARES.

Los auxiliares desempeñan un papel muy importante en el día a día, atendiendo y cuidando de los abuel@s en sus necesidades más básicas, promoviendo su autonomía e integración con el resto de los compañeros. Todo esto influye positivamente en la autoestima de cada usuario, haciéndoles sentir parte de un grupo y de su entorno.

Para conseguir sus objetivos realizan las siguientes funciones:

  • Acompañar a los usuarios durante toda su estancia, prestándoles la atención y cuidados que necesitan.
  • Les ayudan en el servicio dependiendo del grado de autonomía de cada paciente.
  • Facilitan la movilidad realizando paseos con los usuarios, ayudando a desplazarse a aquellas personas que presenten dificultades.
  • Apoyo en el comedor: sirviendo la comida, ayudando a comer a los usuarios que lo necesitan…
  • Son los encargados de asegurar que se reciben los tratamientos farmacológicos que ha pautado el personal sanitario.
  • Registros del estado de salud de cada paciente, y su seguimiento en: peso, tensión, medicación…
  • Realizan actividades de estimulación cognitiva.
  • Colaboran en las actividades de ocio y tiempo libre.
  • Apoyo en las salidas y excursiones que realiza el centro.

En nuestro centro de día tenemos la gran suerte de contar con 4 auxiliares que hacen que la vida de nuestros abuel@s en el centro sea mucho más fácil. Ellos son: Puri, Piedad, Loli y Sergio. Forman un “mini equipo” para que los usuarios estén bien atendidos y lo más felices posible. Cada uno de ellos aporta algo especial que los hace únicos y entrañables. Nuestros usuarios están muy contentos con todos ellos… y es que cuando das cariño lo recibes multiplicado por dos:

  • “Yo los quiero mucho” (M.R)
  • “Son todos encantadores” (A.S)
  • “Nos quieren, por eso nos ayudan” (J.I)
  • “Son muy buenas personas” (A.E)
  • “Deberían subirles el sueldo, por que ayudar a los mayores es una labor preciosa” (F.F)

 

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Viernes, 25 Julio 2025 10:57

¿POR QUE CELEBRAR EL DIA DE LOS ABUELOS?

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Mañana, 26 de julio, celebramos el día de los abuelos, que gran día y que poca importancia se le da, aun menos incluso si tu abuelo padece Alzheimer y no te reconoce, entonces, si no me recuerda, ¿por qué celebrar el día?

 

 Porque… aún con el olvido, el amor permanece

Aunque ellos no recuerden nombres, lugares o momentos, su corazón sigue sintiendo. Celebrarles es reconocer que el amor que sembraron no desaparece con la memoria: permanece vivo en ti.

Porque… cada instante juntos es un regalo

El presente cobra un valor incalculable. Un gesto, una caricia, una sonrisa, incluso si no hay reconocimiento, es una oportunidad para conectar desde el alma. Celebrar ese día es hacer eterno ese instante. Crea momentos y recuerdos que serán un verdadero tesoro cuando ya no estén contigo.

 Porque… su historia vive en ti

Aunque ellos ya no puedan contar sus anécdotas, tú eres el reflejo de su legado. Celebrarlos es honrar toda una vida de enseñanzas, sacrificios y amor, incluso si ahora sus palabras se desvanecen.

Porque… el afecto no necesita palabras

El lenguaje del amor no siempre se expresa con frases. A veces basta con estar ahí, tomarlos de la mano, mirarlos a los ojos. El Día de los Abuelos es una oportunidad para hablar desde el corazón.

 Porque… merecen ser celebrados por todo lo que fueron, son y serán

La enfermedad no borra su valor. Tu abuelo o abuela, a pesar del Alzheimer, sigue siendo la misma persona. Celebrarles es devolverles un poco de todo lo que te dieron.

Celebremos con alegría el día de los abuelos, por lo que fueron, son y siempre serán para nosotros: raíz, refugio y ejemplo.

 

Fisioterapia Alzheimer

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Una de las situaciones más frecuentes —y a veces más desconcertantes— para quienes conviven con una persona con demencia es la repetición constante de preguntas, frases o historias. “¿A qué hora comemos?”, “¿Dónde está mi madre?”, “¿Te he contado lo del trabajo?” pueden escucharse una y otra vez en pocos minutos. Esto tiene un nombre: perseverancia verbal, y es un síntoma común en las enfermedades neurodegenerativas.

Aunque puede resultar frustrante o agotador para quienes acompañan, entender por qué ocurre y cómo manejarlo con calma puede marcar una gran diferencia en el bienestar de ambos.

¿Por qué repiten tanto?

La perseverancia verbal no es algo que la persona haga a propósito, ni busca molestar. De hecho, suele tener su origen en:

  • La pérdida de memoria a corto plazo: no recuerdan que ya han hecho esa pregunta o contado esa historia.
  • La necesidad de seguridad emocional: muchas de estas frases repetidas tienen detrás miedo, inquietud o confusión. Repetir es una forma de buscar consuelo.
  • La dificultad para mantener una conversación fluida: la capacidad para generar ideas nuevas o adaptarse al diálogo puede verse afectada, y recurren a lo conocido.

¿Qué podemos hacer para acompañar mejor?

  1. Responder con calma, aunque ya lo haya dicho antes
    Es normal sentir cansancio, pero tratar de no corregir ni mostrar enfado ayuda a que la persona no se sienta rechazada o confundida.
  2. Buscar lo que hay detrás
    A veces, la frase es solo la punta del iceberg. Si repite “¿Cuándo vamos a casa?”, quizá lo que expresa es desorientación o deseo de sentirse en un lugar seguro. Responder solo con datos no siempre calma: a veces basta con tomarle la mano y decir “Estás bien, estoy contigo”.
  3. Utilizar apoyos visuales
    Colocar un cartel con la hora de la comida, una pizarra con el día de la semana o fotos de los familiares puede reducir la necesidad de repetir preguntas.
  4. Redirigir con afecto
    A veces podemos cortar el bucle con una propuesta suave: “¿Y si me ayudas a doblar esta servilleta?” o “Vamos a mirar juntos este álbum de fotos”. No se trata de distraer sin más, sino de reconducir desde el vínculo.
  5. Cuidarnos como acompañantes
    Escuchar la misma frase veinte veces puede ser agotador. Es importante reconocerlo sin culpa. Pedir ayuda, turnarse si es posible y buscar momentos de autocuidado es esencial para sostener el acompañamiento a largo plazo.

La perseverancia verbal es una manifestación más de los cambios neurológicos que produce la demencia. Si aprendemos a verla no como una molestia, sino como una señal de que algo no va bien —o de que simplemente necesita contacto—, podremos responder con más comprensión y menos desgaste.

Y aunque no podamos evitar que repita… sí podemos hacer que se sienta escuchada, acompañada y segura.

 

Psicología Alzheimer.

Martes, 22 Julio 2025 13:21

EJERCICIOS 1019 Y 1020

Ejercicio 1019:

Vamos a trabajar un poco nuestra memoria. Para ello os pedimos que observeis la siguiente secuencia de letras y números e intenteis memorizarla, céntrese en ella durante un minuto o el tiempo que estime necesario.

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A continuación, sin mirar la secuencia anterior ¿Podria identificar qué cambios se han producido en la secuencia que se presdenta a continuación?

Captura de pantalla 2025 07 22 131948

 

 

Ejercicio 1020:

Observa atentamente estos dibujos de personas. Ahora, observa cada sombra, sólo una corresponde a una de las personas de la fila. Señala la persona a la que corresponda cada sombra:

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Os hemos comentado miles de veces la importancia del uso de un buen calzado en nuestros pacientes de alzhéimer, llega el verano y lo primero que les apetece a nuestros pies es estar frescos y cómodos. Las chanclas, aunque a priori parecen una solución al calor, suponen un peligro en potencia, hoy os damos 3 razones para no usarlas:

1. Riesgo de caídas y tropiezos

Las chanclas suelen tener una suela delgada, sin soporte, y se sujetan pobremente al pie lo cual provoca:

  • Aumenta la inestabilidad al caminar.
  • Hace más fácil tropezar o que se deslice el pie fuera de la sandalia.
  • Nuestros mayores presentan problemas de equilibrio o debilidad muscular, esto incrementa significativamente el riesgo de caídas, las cuales pueden causar fracturas o traumatismos.

2.Falta de soporte para el arco y el tobillo

Esta falta de estabilidad favorece la aparición de esguinces y lesiones osteoarticulares, así como de fascitis plantar debido a la ausencia de soporte del arco plantar

3. Mayor riesgo de lesiones en la piel

Las chanclas dejan expuestos los pies:

  • A cortes, raspaduras o quemaduras solares.
  • A infecciones (como micosis o celulitis), especialmente si hay heridas pequeñas o mala circulación.
  • En diabéticos o personas con neuropatía periférica una herida mínima puede pasar desapercibida y convertirse en una úlcera grave.

 

Fisioterapia Alzheimer

 

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Hablar con los más pequeños sobre una enfermedad como el Alzheimer u otra demencia no es fácil. A menudo, los adultos intentamos protegerles, evitamos ciertos temas o damos explicaciones confusas. Pero cuando un abuelo o abuela empieza a tener olvidos, cambios de comportamiento o ya no reconoce a sus seres queridos, los niños también lo perciben… y necesitan entender lo que pasa.

Contarlo de forma clara, sincera y adaptada a su edad les ayuda a sentirse más seguros, a desarrollar empatía y a construir una relación diferente, pero todavía valiosa, con su familiar.

¿Por qué es importante hablarlo?

  • Porque se dan cuenta de que algo ha cambiado, aunque nadie lo diga.
  • Porque imaginar suele ser peor que saber la verdad. El silencio puede generar más miedo o confusión que la realidad.
  • Porque también tienen emociones: tristeza, rabia, vergüenza o miedo… y necesitan poder expresarlas sin sentirse culpables.

¿Cómo explicarlo según su edad?

· Niños pequeños (3-6 años):

No entienden conceptos médicos complejos, pero sí pueden comprender que el abuelo está enfermo “del cerebro” y que por eso se le olvidan cosas, se comporta raro o no recuerda su nombre. Lo importante es que sientan que no es culpa de nadie y que sigue siendo su abuelo, aunque esté diferente.

Ejemplo: “El abuelo tiene una enfermedad que hace que su cabeza no funcione igual que antes. A veces se le olvidan cosas, pero no es porque no te quiera”.

· Niños en edad escolar (6-12 años):

Pueden entender mejor lo que significa una enfermedad progresiva. Se les puede explicar que no tiene cura, pero que hay formas de ayudarle a estar más tranquilo y acompañado.

Ejemplo: “Lo que le pasa al abuelo se llama demencia. Poco a poco va a olvidar más cosas, pero podemos seguir compartiendo ratos bonitos con él”.

· Adolescentes:

Tienen capacidad para comprender lo que implica la enfermedad a nivel emocional y práctico. Es importante darles espacio para expresar dudas, hablar de cómo les afecta, y permitirles decidir si quieren implicarse en los cuidados o no.

Ejemplo: “Sé que ver al abuelo así es duro. Si alguna vez quieres hablar, llorar o simplemente contarme cómo te sientes, estoy aquí”.

Consejos para acompañarles

  • Sé honesto, pero con delicadeza. Adaptar el mensaje a su edad no significa mentir.
  • Valida lo que sienten. Si tienen miedo, enfado o tristeza, no intentes taparlo: acompáñalo.
  • Invítales a participar, sin obligar. Leerle un cuento al abuelo, enseñarle un dibujo o simplemente estar sentados a su lado puede ayudarles a sentirse parte sin forzar el vínculo.
  • Usa cuentos, juegos o dibujos para explicar. Hay materiales adaptados que ayudan a comprender y expresar emociones.

Es verdad que la enfermedad cambia las relaciones familiares. Pero también es cierto que, con apoyo, muchos niños y adolescentes encuentran formas nuevas de conectar con su abuelo o abuela: a través de gestos, canciones, caricias o simplemente estando ahí.

Hablarles con claridad y cariño no solo les ayuda a entender lo que ocurre, sino que les enseña algo muy valioso: que también en la fragilidad, el amor sigue presente.

 

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