• Lo principal en el verano es la hidratación, aumentar la ingesta de agua es primordial para evitar la deshidratación, otra excelente manera de mantenerse hidratado es comer alimentos con un alto contenido de agua. Esto incluye alimentos de temporada como el pepino, la lechuga, el tomate, los pimientos, y frutas como fresas, melocotón, sandia y melón.
• La hidratación no lo debe ser interna, mantener un correcto estado de la piel hidratándola con la aplicación de cremas y evitando la acumulación de sudor en los pliegues, nos ayudara a prevenir la aparición de grietas o ulceras de presión.
• El calor del verano repercute tanto en las horas, como en la calidad del sueño.se tiende a dormir menos, por lo que tendremos más cansancio al día siguiente y eso se traduce a estar más inquieto e irascible al día siguiente. Mantener una rutina de sueño reparador es muy importante en las personas con Alzheimer, debemos establecer un horario nuevo adecuado al verano y cumplirlo, la habitación debe de estar fresca y tanto la ropa de cama como la de dormir debe ser ligera.
• Mantener una correcta ventilación del hogar nos ayudara a prevenir el calor, el aire acondicionado está bien y nos mantiene fresquitos, pero no siempre es lo más adecuado para nuestros mayores, pueden sentir frio e incluso dolores articulares, mantendremos una temperatura constante por encima de 26-27 grados y nunca exponerlos a corrientes de aire directas.
• La ropa debe ser ligera, que no apriete y transpirable, en muchos enfermos de Alzheimer el sistema de termorregulación se encuentra alterado y nos son conscientes de las temperaturas exteriores, deberemos supervisar que se viste acorde a la estación, a ser posible con prendas de algodón que eviten la acumulación del sudor, al igual que deberá cubrirse la cabeza siempre antes de exponerse al sol
• El ejercicio físico es siempre importante, pero en esta estación más, debemos alejarnos del sedentarismo y proponer un horario en el que salir a caminar evitando las horas de más calor, preferiblemente por la mañana. Si no es posible hacerlo en casa y una rutina de movilizaciones diarias sencillas nos ayudaran a mejorar la circulación y que no se hinchen los pies por el calor.

Hay que tener cuidado con los golpes de calor o las insolaciones, tendremos que prestar especial atención a estos síntomas y acudir al médico:

•     Cansancio extremo, sentirse mareado o débil (e incluso desmayo).
•     Dolor de cabeza fuerte
•     Confusión repentina o cambios bruscos de comportamiento.
•      Espasmos musculares o calambres.
•     Tobillos muy hinchados y cambios en su coloración
•     Sed que no se apaga bebiendo, nauseas o incluso vómitos

Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”