- Causas musculoesqueléticas, la presencia de contracturas en la zona dorsal son la principal causa de dolor; trapecio, romboides, iliocostales o dorsal ancho son los que se contracturan con más frecuencia (sobre todo en cuidadores de personas con movilidad reducida que deben asistir las trasferencias de peso)
- Causas osteoarticulares: La presencia de artrosis o problemas óseos en las vértebras también dan lugar al origen al dolor dorsal.
- Osteoporosis: a cierta edad es frecuente la osteoporosis en la columna vertebral originando aplastamientos vertebrales causantes de dolor dorso-costal.
- Hernias discales, protrusiones o degeneraciones de disco: la alteración del disco vertebral viene acompañado muchas veces por la irritación de los nervios vertebrales provocando dolor irradiado a la zona costal o dorsal.
El tratamiento a aplicar dependerá de las diferentes causas que lo provoquen, es importante acudir al médico o al fisioterapeuta para atajar el problema en su fase inicial, aunque, mientras tanto, se pueden adoptar diferentes medidas para prevenir o paliar el dolor costal:
- Ejercicios de estiramiento de la zona dorsal y ejercicio físico moderado
- Aplicación de calor seco en la zona dolorosa
- Ejercicios de fisioterapia respiratoria para movilizar tanto diafragma como costillas
- Realizar con cuidado las trasferencias de peso o las movilizaciones de nuestro enfermo para evitar malos movimientos que agraven la situación
Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”