¿qué necesitamos?
- Alcohol de 70, nosotros usamos este porque no reseca tanto la piel.
- Romero fresco
- Bote de crisal
No es necesario más, aunque nosotros incluimos también flores de lavanda frescas, todo de nuestro esplendido jardín, estas no solo potencian el efecto antiinflamatorio de la mezcla, sino que además proporciona un estupendo perfume y aporta suavidad.
¿ cómo lo hacemos? Llenamos el frasco con el romero y la lavanda recién cortados, los presionamos un poco para que suelten su aceite esencial y a continuación llenamos el bote con alcohol, esta mezcla debe permanecer cerrada y en la oscuridad durante mínimo 15 días.
Trascurrido ese tiempo obtendremos un maravilloso liquido verde : ¡nuestro alcohol de romero casero!
¿qué propiedades tiene? Tradicionalmente se ha usado para aliviar los dolores articulares, muchos de nuestros abuelos recuerdan las friegas de alcohol de romero cuando les dolían las rodillas a sus mayores, pero tiene muchas más aplicaciones:
– trastornos circulatorios, varices, pesadez de piernas…
– golpes y contusiones (que no sangren)
– dolores musculares y articulares
– neuralgias
– masaje tonificante
– friegas en pecho y espalda contra gripes y resfriados
– prevenir las úlceras de decúbito en las personas encamadas, con precaución y siempre que la piel este intacta
A día de hoy, en época de Covid, podemos resaltar una característica muy importante, que al ser alcohol es también desinfectante, ¡vamos que todo son beneficios!
Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”