Y la razón la ha descubierto un grupo de investigadores del Centro de Medicina Cognitiva de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), ya que, según el estudio realizado, la proteína tau se extiende mucho más rápidamente en el cerebro de las mujeres que en el de los hombres.
Es un avance importante porque puede establecer una diferencia futura en los tratamientos de la enfermedad, según el sexo del paciente, ya que la velocidad de propagación es mayor en mujeres que en hombres.