Barcelona, 23 sep (EFE).- "La genética no aporta información clínicamente relevante" ya que su incidencia como factor de riesgo en el aparición del Alzheimer es muy mínima, según explicó anoche el investigador de la Fundación Pasqual Maragall, Juan Domingo Gispert, a los más de 1.600 voluntarios del estudio Alfa para la detección precoz del Alzheimer, en el que han participado 2.500 personas
Gispert recomendó a los asistentes, la mayoría familiares de personas que han sufrido Alzheimer, que incidan en aquellos factores de riesgo que se pueden modificar ya que "más del 30 % de los casos de Alzheimer podrían evitarse con hábitos de vida más saludables".
La Fundación Pasqual Maragall y la obra social La Caixa congregaron anoche a más de 1.600 voluntarios y colaboradores del estudio Alfa (Alzheimer y Familias), impulsado por estas instituciones, en el auditorio del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), donde expusieron el estado de la investigación de esta enfermedad y como desde el estudio Alfa trabajan para vencerla.
El director general de la Fundación Maragall, Jordi Camí, resaltó la figura del cuidador y explicó que el principal objetivo de la fundación es "aportar soluciones para que cada vez haya menos personas afectadas. Esto sólo será posible apostando por la prevención".
El director general de la obra social La Caixa, Jaume Lanaspa, destacó que la investigación es una de las líneas prioritarias de su institución a la que destinan gran parte de sus recursos y puso en valor el doble papel de los asistentes, "voluntarios y cuidadores, que son los verdaderos héroes de esta aventura".
Cristina Maragall, hija de Pasqual Maragall y participante en el estudio Alfa, reveló los motivos por los que participa en el estudio: "los voluntarios no esperamos nada a cambio, pero lo somos con toda la ambición de que las futuras generaciones se beneficien de la cura de la enfermedad".
La hija del expresidente de la Generalitat, aquejado de Alzheimer, dijo: "estoy aquí también inspirada por la voluntad y la ambición con la que Pasqual Maragall trabajaba por aquellas cosas que creía importantes".
La esposa de Maragall, Diana Garrigosa, presidenta de la fundación, acompañada en el escenario por Pasqual Maragall, agradeció a los voluntarios su esfuerzo y su generosidad.
En septiembre de 2012, la Fundación Pasqual Maragall y la obra social La Caixa realizaron una primera llamada para encontrar personas voluntarias para participar en el estudio Alfa, una ambiciosa investigación para la identificación precoz de la enfermedad de Alzheimer.
La respuesta recibida, con más de 5.600 interesados, permitió poner en marcha el estudio en verano de 2013 con la participación de más 2.500 personas, que ya se han sometido a una evaluación del estado cognitivo y una extracción de sangre para análisis clínicos y obtención de ADN, y en algunos casos se ha realizado una resonancia magnética.
Según la Fundación Pasqual Maragall, a finales de año se podrían tener los primeros resultados del estudio.