Un oligonucleótido preparado por científicos de la Universidad de San Luis en Misuri, Estados Unidos, ha restaurado la capacidad de aprendizaje, la memoria y el comportamiento adecuado en ratones con un trastorno análogo a la enfermedad humana de Alzheimer.
La sustancia redujo también la inflamación en la parte del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria.
Este estudio, a cargo del equipo de la profesora Susan Farr, es el segundo hecho con ratones que respalda el potencial valor terapéutico de un compuesto del tipo conocido como "antisentido" para tratar la enfermedad de Alzheimer en humanos.
Los resultados de la investigación sugieren que el compuesto es un tratamiento potencial para la citada enfermedad, aunque, tal como advierte Farr, el experimento se llevó a cabo en ratones, por lo que antes de que su aparente eficacia se ponga a prueba en ensayos clínicos, habrá que realizar pruebas de toxicidad.
El oligonucleótido con el que se han hecho los experimentos inicia una cadena de efectos que impide una abundancia excesiva de proteína beta-amiloide. Por lo que se sabe, un exceso de dicha proteína tiene una parte importante de culpa en la formación de las placas beta-amiloides en el cerebro de pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer.