Sabéis que desde nuestra web siempre intentamos evitar que llegue este momento, promovemos la lucha contra la inmovilidad y el encamamiento, pero a veces, el avance de la enfermedad hace inevitable la llegada de la cama, si ese es vuestro caso no os preocupéis, se puede y se debe seguir trabajando y luchando para lograr una buena calidad de vida para nuestro enfermo.
La primera medida que debemos adoptar son los cambios posturales, que se denomina así a los cambios que realizamos en la posición de nuestro enfermo encamado con el objetivo de ir alternando las zonas corporales del paciente en contacto con la cama, es decir, las áreas corporales sometidas a presión, no solo para evitar la aparición de ulceras por presión, sino para mejorar el bienestar del paciente y evitar la aparición de deformidades y retracciones musculares. A la hora de realizarlos debemos considerar varias cosas:
- Debemos colocar al paciente con la alineación correcta, una mala posición mantenida en el tiempo puede provocar retracciones a nivel muscular, para ello utilizaremos cojines o almohadas
- Evitar el contacto de prominencias óseas entre si o con la superficie de contacto de manera directa, de modo que evitemos la presión sobre esas zonas más sensibles a la aparición de ulceras de decúbito
- Realizar los cambios cada dos horas, cada cuatro como máximo por la noche, deberemos evitar a la hora de realizar el cambio de posición arrastrar el cuerpo de nuestro enfermos por la sabana, es mejor hacerlo pivotar sobre si mismo, de modo que la fricción no provoque lesiones en la piel.
COMO COLOCARLO BOCA ARRIBA, posición conocida como decúbito supino