Miércoles, 03 Abril 2024 12:03

EL SENDERO DE LA MONTAÑA

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EL SENDERO

Os actualizamos que, en el grupo de ayuda mutua, este año vamos a comenzar con una nueva actividad y es un club de lectura. Consiste en la lectura breve de un texto, que nos hará reflexionar sobre nuestras vivencias personales. Os dejo el texto de este mes, y os invito a reflexionar sobre el mismo y si queréis podéis trasmitírmelo en privado o en el próximo Gam de abril.

Disfrutad de él. EL SENDERO DE LA MONTAÑA.

Imagina que estás haciendo una caminata por la montaña. Ya sabes cómo hacen esos senderos de montaña, sobre todo cuando las pendientes son empinadas: se retuercen a un lado y a otro y forman giros en los que uno, literalmente, va y vuelve y, a veces, descienden por debajo del nivel que ya había alcanzado un momento antes. Si, en un punto concreto del sendero, yo te pidiera que evaluaras lo bien que estás llevando a cabo tu objetivo de llegar a la cima, seguramente escucharía una historia diferente en cada momento: Si te encontraras en una zona donde el camino serpentea, probablemente me dirías que las cosas no están yendo demasiado bien y que nunca ibas a conseguir llegar a la cima; si estuvieras en una zona de terreno despejado desde la que pudieras ver la cumbre de la montaña y el sendero que conduce hasta allí, probablemente me dirías que lo estabas haciendo bien. Ahora, imagínate que vamos por el valle observando con unos prismáticos a la gente que está haciendo senderismo por ese camino. Si nos preguntaran qué tal lo estaban haciendo, les daríamos un informe positivo cada vez. Nosotros podríamos ver que la dirección general del sendero –no lo que se aprecia en un momento determinado, sobre el terreno– es la clave para el progreso. Veríamos que seguir ese enrevesado sendero serpenteante es, precisamente, lo que conduce a uno hasta la cima.

Rosa Ana García.

Psicología Alzheimer.

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