En primer lugar, lo más aconsejable es realizar un baño de pies, mantener los pies en remojo 10 minutos en agua templada nos ayudara a preparar los tejidos antes del masaje. Ante dolores muy agudos es mejor realizar baños de contraste alternando agua fría y agua caliente.
En segundo lugar, calentaremos los tejidos realizando una primera toma de contacto, un pequeño masaje realizando círculos con el pulgar por la zona, ejerciendo una presión ligera, durante 5 minutos
Localizaremos el punto de más dolor para realizar una fricción transversal con el segundo y tercer dedo
Realizaremos pases longitudinales con una presión media desde el talón a los dedos
Realizaremos el masaje diariamente hasta que remita el dolor y luego de manera esporádica para relajar la fascia y prevenir futuras tensiones.
Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”