Viernes, 22 Abril 2022 07:34

ENFERMEDADES DEL QUE CUIDA: LUMBALGIA

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Os comentábamos la semana pasada los problemas físicos que presenta un cuidador, cualquier persona que ha ayudado a levantar o a acostarse a alguien dependiente sabe lo que sufren sus riñones, si no tenemos los conocimientos adecuados las trasferencias de peso son a costa de nuestro bienestar lumbar, y antes o después llegan las lumbalgias.

¿y que es una lumbalgia? Llamamos lumbalgia o lumbago al dolor que se centra en la parte baja de la columna, tanto si su causa está en trastornos relacionados con las vértebras lumbares o las estructuras de los tejidos blandos como músculos, ligamentos, nervios y discos intervertebrales. Se origina por distintas causas, aunque las más frecuentes son el sobreesfuerzo muscular, las malas posturas y la exposición al frío.

Los procesos lumbares pueden ser de distintas maneras:

      -  Lumbalgia sin irradiación: El dolor se centra solo a nivel lumbar.

      -  Lumbalgia con irradiación: La contractura muscular de origen lumbar provoca compresión del nervio e irradia el dolor hacia la extremidad inferior

      -  Compresión radicular aguda: Inflamación de una raíz nerviosa de forma aguda, causada por protusión o hernia discal.

       - Atrapamiento radicular: Irritación de la raíz nerviosa por el desarrollo de procesos degenerativos espondilosis.

Como ya sabéis, es mejor prevenir que curar, y para evitar la aparición de lumbalgias podemos:

  • No doblar la cintura al levantar cargas, debe hacerse flexionando rodillas
  • Siempre que sea posible realizar entre dos las movilizaciones de nuestro familiar dependiente, intentando mantener una buena posición en toda la transferencia de peso
  • Es recomendable el uso de ayudas que nos permitan el manejo de nuestro familiar sin sobrecargarnos, como una “tabla de transferencia” con la que no solo nos resultará mas fácil y seguro levantar a nuestro familiar, sino que además protegemos sus brazos de tantos tirones

Lumbalgia

  • Mantener la espalda recta al sentarse o estar de pie
  • Realizar ejercicio físico moderado, el caminar 30 minutos diarios es estupendo para nuestra espalda
  • Evitar camas o sillas muy blandas que nos permitan mantener la postura correcta, así como no permanecer sentado mucho tiempo
  • Usar un calzado adecuado evitando los zapatos de tacón alto, zapatos sin sujeción o demasiado planos

Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”

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