Sin embargo, muchas veces son olvidados o no se les da la verdadera importancia que tienen, un voluntario es un pequeño tesoro, se merecen no solo un día… sino muchos más!

Nuestra asociación ha sido siempre muy afortunada, ha contado con grandes personas que nos han regalado su tiempo y su conocimiento, gente benevolente que ha aportado lo mejor de sí, muchas veces trayendo terapias no farmacológicas innovadoras, que nosotros como pequeña asociación no podíamos permitírnoslo, como el yoga adaptado o la terapia con animales para enfermos de alzhéimer.

Estos tiempos que corren no son nada fáciles, esta pandemia nos está agotando, y no solo nos afecta a nivel físico, sino que lentamente los contagia de soledad, muchas son las personas que deben vivir aisladas, que hacen mucho que no tienen contacto físico, que ya no recuerdan el último beso o un buen abrazo.

 Por eso, hoy más que nunca, debemos convertirnos en voluntarios , no es necesario grandes gestos, solo hace falta un poco de voluntad, busca alguien a tu alrededor que te necesite, al que puedas ayudar:  alguien que este solo y necesite un poco de compañía, alguien que necesite desahogarse, alguien que necesite un poco de comprensión, alguien que necesite cariño… todos necesitamos algo, si entre todos ponemos voluntad el mundo se llenará de voluntarios y sin duda será un lugar mejor.

Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)