Esta iniciativa solidaria, que lleva ya tres años en funcionamiento, de la mano de Pilar Suárez, su principal impulsora, y cuidadora del centro educativo, se ha consolidado de tal manera que ha conseguido mantener un mercadillo solidario en el que tanto profesores, como alumnos y demás personal del colegio, han aportado su pequeño granito de arena para demostrar que valores como la solidaridad, la ayuda mutua y el saber compartir, pueden transmitirse a los niños de una forma amena y cooperativa. Demostrando con ello que es importante no olvidar a quienes más lo necesitan.
No nos queda más que reiterar nuestro más sincero agradecimiento al colegio, al personal tanto docente como no docente, a los niños y niñas, y muy especialmente a Pilar, ya que, con su aportación, su implicación y su generosidad, han regalado a nuestros abuelos un pedacito de vida.
Gracias por no olvidar a quienes ya no recuerdan.