Para contrarrestar estos efectos negativos podemos poner en práctica la cromoterapia, la utilización directa de los colores para estimular ciertas partes del cuerpo o provocar emociones. Diferentes colores consiguen diferentes reacciones en nuestro organismo:
- el color verde, se relaciona en medicina tradicional china con el hígado y la vesícula biliar, actúa sobre las palpitaciones, los problemas cardíacos, la depresión, la vista cansada y las cefaleas, reduce el estrés y aporta al cuerpo paz y harmonía.
- El color azul reduce la tensión muscular y mejora las patologías de garganta, como la faringitis y la ronquera, a la vez aporta serenidad y tranquilidad
- El amarillo, muy útil en depresión ya que estimula la confianza y la alegría de vivir, es bueno para el desarrollo de las facultades mentales y enfermedades de la piel
- El naranja, aumenta la concentración y facilita la memorización, alivia el cansancio así como tratamiento de los cálculos de vesícula y problemas respiratorios.
- El rojo se emplea para tratar la anemia, los estados melancólicos y la depresión. Como es un estimulante no debe ser usado en exceso, evitar el uso en pacientes hipertensos y en personas estresadas.
- El violeta , el color de la intuición, es bueno para eliminar toxinas y tratar el insomnio, ayuda a la producción de leucocitos.
Como veis son muchos los beneficios que podemos conseguir a través de la cromoterapia, para ello podemos buscaremos una habitación oscura apartada de ruidos, un poco de música relajante y dejar que el color se proyecte sobre nosotros.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)