Hace justo veinte años, comenzamos nuestra andadura como Asociación de familiares de enfermos de Alzhéimer, y el camino, aunque ha pasado por innumerables dificultades y escollos, ha sido una auténtica experiencia no solo profesional, sino personal, ya que nos ha hecho crecer como trabajadores y lo que es más importante, como personas.
Por eso, mientras que redacto la crónica de nuestra celebración de carnaval de este año, recuerdo los años anteriores en los que hemos celebrado la llegada de Don Carnal.
Veinte años que han pasado en un suspiro, pero que siempre han tenido en común la alegría y la ilusión de utilizar los disfraces y el carnaval, como una forma más de trabajar con ellos la autoestima, la confianza, la risoterapia, la reminiscencia, las AVDS, y tantas y tantas funciones cognitivas que se ponen en marcha cuando empieza a sonar el primer compás de la canción “Carnaval, Carnaval”.
Hoy, como desde hace veinte años ya, hemos vuelto a ponernos nuestros disfraces, y en cada uno de ellos, hemos hecho un repaso, y un recuerdo de todos estos carnavales que hemos celebrado juntos.