Investigadores de la Universidad de California San Francisco (UCSF) han publicado, en la revista Journal of American Geriatrics Society, que la medicación actual utilizada en el tratamiento para la demencia podría provocar una pérdida de peso perjudicial en personas mayores y que los médicos necesitan contar con el riesgo cuando prescriben estos fármacos.
La pérdida de peso "es muy relevante para el cuidado de pacientes porque una pérdida no intencionada de peso en personas mayores está asociada con muchos resultados adversos, incluyendo aumento de tasa de institucionalización y mortalidad, un detrimento del estatus funcional, y peor calidad de vida", dijo la autora principal Meera Sheffrin, geriatra en la Facultad de Medicina de la UCSF en el Centro Medico VA San Francisco afiliado a UCSF.
Los inhibidores de la colinesterasa son el principal tratamiento farmacológico en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias que afectan a una de cada seis personas mayores de 80 años. Uno de los efectos secundarios podría ser patologías gastrointestinales que provoquen pérdida de peso que también es un problema importante y podría estar vinculado a un incremento de la mortalidad. Datos de pruebas controladas aleatorizadas demuestran que la evidencia es limitada y contradictoria.
En este estudio, Sheffrin y sus colegas usaron la base de datos VA desde 2007-2010 para evaluar pacientes con 65 años o más diagnosticados con demencia y quienes recibieron tratamiento con el inhibidor de colinesterasa u otra nueva medicación. El resultado principal demostró una pérdida de más de 4,5 kilos (10 libras) de peso en un periodo de 12 meses.
Un total de 1.188 pacientes que empezaron a utilizar inhibidores de la colinesterasa fueron emparejados a 2.189 pacientes que empezaron otras medicaciones. A los 12 meses, cerca del 29,3 por ciento de los pacientes con inhibidores experimentaron pérdida de peso significativa, comparado al 22,8 por ciento de los que usaban otros tratamientos.
Riesgo-beneficio
Investigaciones futuras deben dirigirse a las limitaciones del estudio. Este trabajo incluyó principalmente a ancianos varones, así que la generalización de los hallazgos a mujeres son inciertos, afirmaron los investigadores.
"Los médicos podrían tener en cuenta el riesgo de pérdida de peso cuando sopesan los riesgos y beneficios de prescribir inhibidores de colinesterasa en pacientes con demencia", apuntaron los autores.