- Frutos secos. Las almendras y las nueces son alimentos ricos en melatonina, por lo que pueden favorecer un buen descanso nocturno.
- Leche. Los productos lácteos pueden ayudarte a dormir por su alto contenido en triptófano. Además, tomar un vaso de leche caliente antes de acostarse es un hábito relajante que facilita el descanso.
- Aves. La carne de pavo y la de pollo también son fuentes excelentes ricas en triptófano.
- Frutas. Los plátanos pueden ayudarte a dormir porque son ricos en triptófano, melatonina y magnesio. Otra fruta recomendable es el kiwi, por su contenido en serotonina. De hecho, hay un estudio en el que se observó que tomar dos kiwis diarios una hora antes de ir a dormir durante un mes mejoraba la conciliación y la duración del sueño.
- Cereales. Los cereales pueden facilitarte el sueño. Por una parte, son una fuente excelente de hidratos de carbono, que ayudan a aumentar la cantidad de triptófano disponible para convertirse en serotonina (triptófano obtenido a partir de otros alimentos). Y, por otra parte, algunos cereales como la avena, el arroz y el maíz son fuentes naturales de melatonina. Sin embargo, es preferible que consumas cereales integrales, ya que contienen más fibra y vitaminas que las formas refinadas.
- Pescado azul. El atún y el salmón tienen un alto contenido de ácidos grasos omega 3 y vitamina D. La combinación de ambos nutrientes puede ayudarte a dormir mejor, ya que parecen tener un papel importante en la regulación de la concentración de serotonina.
- Infusiones. Una infusión de manzanilla, tila, valeriana, melisa o pasiflora una hora antes de ir a dormir es una buena opción para crear una rutina relajante, pero procura beber menos líquido durante la cena para no tener que levantarte por la noche y romper tu ciclo de sueño.
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