A simple vista serán pocos los que hayan oído o escuchado o leído esta palabra alguna vez, pero a partir de ahora, hay que intentar recordarla mucho, porque puede ser esencial en la investigación contra el mal de alzhéimer. Y es que un equipo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC y del IDIBAPS, han encontrado los mecanismos moleculares por los que esta sustancia, cuyo compuesto se halla de forma natural en frutas como las uvas o algunas plantas, reduce la patología de tipo Alzheimer.