James Hendrix, presidente de iniciativas científicas globales de la Asociación de Alzheimer, ha resumido con una frase de claridad meridiana los resultados del estudio SPRINT MIND: “Sabemos desde hace tiempo que la presión arterial alta es mala para el corazón, pero ahora estamos descubriendo que también es mala para el cerebro”, y es que los resultados obtenidos por dicho estudio reflejan con contundencia que todo lo que hagamos para prevenir las enfermedades cardiovasculares también es beneficioso para la prevención de la demencia y el deterioro cognitivo. Y es que no podemos olvidar que muchos de los factores de riesgo son idénticos tanto para las enfermedades del corazón como para las del cerebro.