CIUDAD DE MÉXICO (11/OCT/2014).- Personal de la Facultad de Medicina de la UNAM trabaja con Patricia Severiano Pérez, profesora de la Facultad de Química (FQ), en el desarrollo de una prueba de olores que permita detectar de manera temprana el Alzheimer.
La jefa del Laboratorio Sensorial de la Facultad de Medicina de la UNAM, Rosalinda Guevara Guzmán, se refirió a la relevancia de que las mujeres se hagan una prueba de olor, al igual que deben realizarse el examen del Papanicolaou cada año.
La pérdida del olfato, inclusive antes de que se presenten alteraciones cognitivas, es un primer indicio de Alzheimer, padecimiento principalmente de adultos mayores y con mayor prevalencia en el género femenino.
El examen parte de una selección de 20 aromas familiares de entre 59 posibles, los cuales se aplican a grupos de personas en diferentes partes del país, detalló de acuerdo con un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
El Alzheimer "se ha convertido en un problema de salud pública y hoy plantea un escenario que hace 20 años se veía lejano, porque las expectativas de vida de los mexicanos se han incrementado y las posibilidades de rebasar las ocho décadas son mayores", explicó.
Las estadísticas demuestran que el sexo femenino es más propenso y la razón es simple: ellas tienen una sobrevida mayor, de hasta seis o siete años, refirió Guevara Guzmán.
Desde el punto de vista clínico, planteó, se ha encontrado que quienes padecen diabetes mellitus, sobre todo del tipo II, generalmente desarrollan hipertensión arterial, dos factores de riesgo para Alzheimer. También influyen aspectos como la presencia de ozono (nocivo para la salud).
Suele aparecer alrededor de los 65 años. Al principio, los afectados tardan más en evocar recuerdos, pero al avanzar la enfermedad el sujeto no es capaz de recordar información reciente.
El Alzheimer no es mortal en breve, pero se pueden desarrollar otras alteraciones y efectos colaterales. "La prueba de olores es diagnóstica; es importante realizarla para determinar las acciones a asumir".
Por lo anterior, las recomendaciones son cuidar la alimentación, vigilar la salud, consultar al neurólogo y procurarse una vida más activa.
"Desafortunadamente no existen fármacos. Como país debemos estar alertas, porque en los próximos 20 años el porcentaje de adultos mayores se incrementará", concluyó.