
La semana pasada os comentábamos como el ejercicio físico puede prevenir el envejecimiento de nuestro cerebro, de hecho, hay un estudio en la actualidad que valida esa afirmación, el estudio Baltimore.
El estudio de Baltimore es una investigación sobre envejecimiento reconocida mundialmente por sus sorprendentes resultados. Comenzó en 1958 a instancias del estadounidense Nathan Shock (1906-1989) que, mediante un estudio longitudinal, pretendía analizar el modo en que evoluciona la salud de las personas.
La investigación contó en su inicio con 260 individuos, cuyas edades oscilaban de los 20 a los 96 años; sin embargo, el número de participantes se fue elevando de un modo gradual. Los voluntarios se sometían cada dos años a un examen de salud muy completo. Y, en la actualidad el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos es el que continúa evaluando datos.
Una de sus conclusiones más sobresalientes es que envejecimiento y enfermedad no son un mismo proceso. Si bien el riesgo de padecer patologías aumenta con la edad, hay personas que envejecen con buena salud. El estudio demuestra, por tanto, que envejecer de forma saludable no constituye una supuesta utopía, sino un objetivo al que podemos aspirar.
El proceso de envejecimiento no sigue un ritmo marcado de antemano. En este sentido, hay que destacar que la conducta del individuo es capaz de acelerar o retrasar su curso. Y es que el estilo de vida es un factor que determina la velocidad de la senescencia. No hay duda de que la genética nos condiciona. A medida que avanza la edad, las fuerzas decrecen y, al final, fallan. A partir de la quinta década de la vida, la masa muscular disminuye y se precisa del ejercicio físico para su conservación. Es decir, que la independencia y la autonomía en la vejez obedecen en gran parte a que la condición física se preserve en buen estado, por lo tanto, es bueno mantenerse activos y dejar nunca de realizar un ejercicio diario moderado que nos ayudara a estar sanos y más jóvenes ¡de cuerpo y mente!
Fisioterapia Alzheimer.