La desorientación se refiere a la confusión sobre el tiempo, el lugar y la identidad. Las personas que experimentan desorientación pueden tener dificultades para recordar dónde están, qué día es o incluso quiénes son. Esto puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona con demencia. Las actividades cotidianas, como salir a caminar, ir de compras o participar en reuniones familiares, pueden volverse desafiantes. Además, puede generar ansiedad y depresión, tanto en la persona afectada como en sus familiares.
Es cierto que se trata de un síntoma difícil de manejar, sin embargo, existen ciertas estrategias que nos pueden ayudar:
1. Mantener la calma. Tu tranquilidad puede ayudar a la persona a sentirse más segura. Habla en un tono suave y reconfortante.
2. Crear un entorno familiar. Asegúrate de que el espacio esté bien iluminado y libre de desorden. Coloca fotos familiares y objetos significativos que puedan ayudar a la persona a sentirse más en casa.
3. Usar recordatorios visuales. Coloca señales o notas en lugares visibles que indiquen la hora, el día de la semana o el lugar donde se encuentran. Esto puede ayudar a la persona a orientarse mejor.
4. Establecer rutinas. Las rutinas diarias pueden proporcionar una sensación de estabilidad y previsibilidad, lo que puede ser reconfortante para alguien con demencia.
5. Escuchar y validar sus sentimientos. Si la persona expresa confusión o miedo, escúchala y valida sus emociones. A veces, simplemente reconocer lo que sienten puede ser de gran ayuda.
6. Ofrece orientación suave. Si se sienten desorientados, ofrécele información de manera suave y clara.
7. Evitar la confrontación. Si la persona se muestra resistente o confundida, trata de no discutir. En su lugar, redirige la conversación hacia un tema más positivo o familiar.
8. Fomentar la socialización. Mantener conexiones sociales puede ayudar a reducir la desorientación. Invita a amigos o familiares a visitar, o participa en actividades grupales.
Recuerda que cada persona es única, así que es importante adaptar estas pautas a las necesidades específicas de la persona que estás apoyando.
Psicología Alzheimer.
