El pasado miércoles día 11 volvimos a contar en nuestro centro de día con la inestimable presencia de “Chico”, ese precioso cachorrito dálmata que hace las delicias de todos los que interaccionan con él.
En esta ocasión compartió las actividades y ejercicios de nuestros abuelos siendo una compañía maravillosa ya que los estimulaba y motivaba en la realización de los mismos.
Entre los ejercicios que compartieron con chico, estaba el del trabajo de cálculo, para el cual utilizamos las pintitas y los lunares de nuestro cachorro preferido.
Los usuarios tenían que ir contando las manchas que el animal tenía en una determinada parte de su cuerpo.
Así, de esta manera tierna y entrañable, trabajamos el cálculo y la orientación personal junto con el esquema corporal.
Es increíble como con algo tan sencillo como es la interacción con un animal puede conseguir que trabajemos tanto cognitivamente.
Además, fue un encuentro emotivo porque Chico se despidió de todos nosotros para irse a vivir con una nueva familia a Barcelona, así que para despedirnos de él como se merece, le cantamos “Adiós con el corazón”, mientras los abuelos no paraban de acariciarlo y abrazarlo.
Hasta siempre Chico, ha sido muy tierno compartir estos encuentros contigo.
Las fotos en galería.