Además de proporcionarnos cariño y lealtad sin límites, las mascotas nos ofrecen mucho más de lo que nosotros imaginamos.
Hoy en día, está más que demostrado que personas con discapacidades mentales, niños autistas, enfermos de alzheimer o terminales, mujeres víctimas de la violencia doméstica, individuos con anorexia o depresión, entre otras muchas patologías, pueden beneficiarse del efecto sanador de sus mascotas.
Para un enfermo, un gato
A juicio de Paula Calvo, bioquímica y experta en etología veterinaria de la Universidad de Barcelona, las mascotas pueden ser un importante punto de apoyo en el desarrollo emocional infantil, ya que reducen los niveles de ansiedad. Son muy beneficiosas para gente con depresión y pacientes terminales, además de bajar significativamente el nivel del dolor en pacientes con enfermedades crónicas.
Calvo afirma: “hemos visto también como enfermos con esquizofrenia, que pasaron a ocuparse y alimentar a una colonia de gatos, mejoraban notablemente”, argumenta.
El mejor amigo del hombre
La también investigadora afirma que el mejor amigo del hombre es, probablemente, el animal estrella de la zooterapia. “Entre la población que tiene perro se ha constatado que hay un menor índice de obesidad y colesterol. Este animal da un gran apoyo emocional, ayuda a sentirse útil y además es un buen elemento socializador.
Excelentes relaciones
Ana Güimil, directora y fundadora de la Asociación Catalana de Zooterapia, una mascota “actúa de puente y ayuda a dinamizar las capacidades de sociabilidad”, sobre todo con pacientes con problemas mentales, niños autistas y mujeres violentadas por sus parejas.
Las mascotas acaban convertidas en un miembro más de la familia, en un confidente y, en el caso de las personas mayores que viven solas, en una compañía valiosa para prevenir enfermedades como la demencia senil y el Alzheimer. Les ayuda a tener la mente ocupada y a tener responsabilidades.
Casi cualquier animal, desde una cobaya hasta una iguana, ayuda a mejorar la salud, contribuye a acelerar el proceso de recuperación tras una intervención quirúrgica o la pérdida de un ser querido.