El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo y además incide directamente en el rendimiento intelectual y la capacidad de disfrute. Muchos de los hábitos y los alimentos ingeridos durante el día tienen la capacidad de aletargarlo o hacerlo más ágil.
Los carbohidratos y las grasas son los elementos principales de los que se vale el cerebro para funcionar pero en exceso puedenresultar contraproducentes. También hay ciertos ácidos grasos no tan comunes en la dieta (como el omega 3), frutas y cereales que ayudan a su mejor funcionamiento.
Por el contrario también hay algunos hábitos y alimentos que poco a poco destruyen conexiones y reducen su rendimiento, entre estos se encuentran fumar, el sedentarismo, las grasas trans, el alcohol en exceso y las drogas, que producen serios desgastes a lo largo del tiempo y pueden tener consecuencias fatales.
- Cereales y harinas integrales: éstos aumentan la energía al suministrar glucosa a la sangre. Además reducen el colesterol y mejoran la digestión, mejorando el flujo sanguíneo y manteniendo al cerebro bien irrigado.
- Omega 3: Las conexiones del cerebro se encuentran hechas en gran parte de ácidos grasos, éstos son fundamentales para la transmisión de información. Los ácidos grasos omega 3 favorecen estas funciones, aumentando la memoria, reduciendo los riesgos de accidentes y las demencias. Los alimentos que poseen estos ácidos en gran cantidad son los pescados grasos, las nueces, semillas de zapalla, soja, cánola, entre otros cientos.
- Arándanos: éstos han sido ampliamente estudiados y se ha probado que reducen los riesgos del Alzheimer así como también mejoran las funciones cognitivas.
- Tomates: los tomates poseen licopenos, un antioxidante que protege a las células del daño de los radicales libres, principales responsables del envejecimiento. Es así que al contribuir en este proceso en las células del cerebro ayudan a reducir los riesgos de alzheimer y otros tipos de demencia.
- Vitamina E: presente en nueces, arroz integral, semillas y vegetales verdes ayudan a mejorar la memoria.
- Palta: al igual que los cereales integrales reducen el colesterol y los riesgos cardiovasculares mejorando la circulación de sangre en todo el organismo y el cerebro.
- Brócoli: fuente de vitamina K, una gran ayuda para las funciones energéticas, cognitivas y de memoria del cerebro.
- Frutas: las frutas proveen grandes cantidades de glucosa, el combustible del cerebro, ofreciendo una sana y duradera fuete de energía. El azúcar común también provee este componente pero su efecto es de corta duración.
Incluyendo estos alimentos a la dieta de manera regular se puede ayudar al cerebro a mejorar sus funciones y tener una mente ágil con mayor rendimiento para que las largas jornadas no reduzcan la capacidad de disfrute ni la efectividad en el trabajo.