Miércoles, 30 Julio 2025 12:59

Duelo ambiguo: cuando la persona está, pero ya no es la misma

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Duelo ambiguo: cuando la persona está, pero ya no es la misma

Cuando un ser querido padece Alzheimer u otra demencia, no solo cambian sus capacidades cognitivas: también cambian nuestras formas de vincularnos con él o ella. En muchos casos, aunque la persona siga físicamente presente, su forma de ser, de relacionarse o de recordar ha cambiado tanto que quienes le rodean pueden sentir que "ya no es la misma". Esta vivencia emocional, compleja y silenciosa, recibe el nombre de duelo ambiguo.

¿Qué es el duelo ambiguo?

El duelo ambiguo es un tipo de duelo que se vive ante una pérdida que no es total ni definitiva. En el caso de las demencias, se refiere a esa sensación de estar perdiendo poco a poco a la persona que conocíamos, aunque siga viva. Ya no recuerda momentos importantes, no reconoce a sus familiares o actúa de forma muy distinta a como solía hacerlo.

Es un dolor difícil de explicar, porque no hay un fallecimiento que lo justifique, pero sí hay una transformación profunda del vínculo. Muchas veces este duelo pasa desapercibido, tanto para el entorno como para quien lo experimenta, lo que lo hace aún más difícil de transitar.

¿Cómo se manifiesta?

El duelo ambiguo puede aparecer en distintas fases de la enfermedad y se expresa a través de emociones como:

  • Tristeza, por la pérdida del vínculo tal y como era.
  • Culpa, por sentir distancia emocional o por necesitar espacios propios.
  • Confusión, porque la persona sigue estando físicamente presente.
  • Rabia, impotencia o frustración ante el deterioro.
  • Sensación de vacío, incluso mientras se cuida activamente a esa persona.

Este duelo puede ser especialmente intenso en momentos clave, como cuando la persona deja de reconocer a sus seres queridos, cuando ya no puede hablar o cuando su forma de actuar cambia radicalmente.

¿Por qué es importante hablar de ello?

Porque nombrarlo alivia. Muchas personas sienten que algo les pasa pero no saben qué es. Comprender que están viviendo un duelo, aunque no haya fallecimiento, permite validar lo que sienten y cuidarse emocionalmente.

El duelo ambiguo también explica por qué el proceso de cuidar puede generar tanto desgaste. No solo implica atender necesidades físicas o cognitivas, sino también gestionar una pérdida constante y progresiva.

¿Qué podemos hacer ante el duelo ambiguo?

  • Reconocerlo: Darse permiso para sentir tristeza o confusión. Es normal, y no significa que se quiera menos a la persona.
  • Buscar apoyo emocional: Hablar con otras personas que estén pasando por lo mismo o contar con un espacio terapéutico puede ayudar a transitar este proceso con mayor claridad.
  • Aceptar los cambios sin dejar de vincularse: La persona ha cambiado, pero aún puede haber momentos de conexión, gestos, miradas o caricias que mantengan el vínculo emocional.
  • Cuidarse a uno mismo: El duelo ambiguo desgasta. Descansar, delegar, poner límites y cuidar la propia salud es esencial.

En las demencias, las pérdidas no siempre ocurren de golpe, sino que se suceden poco a poco. Reconocer el duelo ambiguo no es rendirse, sino adaptarse a una nueva forma de estar, de cuidar y de querer. Y en ese camino, también es posible encontrar nuevas maneras de conectar, sostener y acompañar.

 

Psicología Alzheimer.

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