Hay que procurar vivir el momento presente y hacerlo con alegría siempre que las circunstancias sean propicias, afrontar las fiestas con actitud positiva y ver los cambios como oportunidad, no solo de crear momentos especiales, sino como trabajo y estimulación de nuestro familiar, tanto a nivel físico como cognitivo, para ello:
- Deja que te ayude, que se involucre en los preparativos, la decoración del hogar, poner el árbol o el portalito es un ejercicio de motricidad fina excelente, podéis ir hablando de cuando comprasteis los adornos o si recuerda colocar el pesebre otros años…Si existe alguna tradición familiar en la celebración se recomienda mantenerla.
- Aprovecha el efecto terapéutico de la música, no hay mejor época para ello, ¡cantad muchos villancicos!
- Los niñossiempre regalan alegría a sus abuelos y a las personas mayores, en general. Por eso es bueno implicarlos en las celebraciones y propiciar que se relacionen con la persona con Alzheimer con normalidad, explicad la enfermedad a los niños e involucrarlos en el cuidado es muy beneficioso, no solo para los abuelos sino para ellos.
- No hay que dejar de lado la actividad física, evitar pasar mucho tiempo sentados, un paso o un poco de baile servirá.
- Para evitar situaciones de demasiado estrés que pueden desencadenar un momento desagradable, se aconseja adecuar y tener disponible un espacio donde la persona con Alzheimer se pueda retirar si necesita descansar.