Lunes, 03 Marzo 2014 08:05

LA IMPORTANCIA DEL "BUEN DORMIR"

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Navegando por uno de los blogs más interesantes que actualmente existen en la web, hemos descubierto este estupendo artículo sobre la importancia del sueño a la hora de establecer un equilibro cuerpo-mente.

Dicho equilibrio en los ritmos circadianos de sueño-vigilia es la piedra angular sobre la que se asientan el resto de funciones de nuestro organismo y nuestro funcionamiento cerebral. Cuando dormimos bien, cuando nuestro sueño es “reparador”, nuestro cuerpo y nuestro cerebro rinden mejor, y realizan sus actividades diarias de una forma más eficaz y menos trabajosa para nosotros.

Dormir mal supone cansancio, agotamiento físico y mental, mayor irritabilidad, tendencia a tener niveles de ansiedad más elevados de lo normal, y un estado de ánimo bajo. Todo lo anterior hace que nuestro diario vivir se haga más difícil, complejo, en definitiva, más “cuesta arriba”.

Por eso es tan importante mantener equilibrado el sueño, tanto para los cuidadores, como para los enfermos, porque un sueño adecuado, conlleva una serie de ventajas funcionales, físicas y emocionales que harán más llevadera la enfermedad y los cuidados al enfermo.

El artículo que os reseñamos a continuación trata más en profundidad un tema tan importante como este.

 

Hola a todos/as ¡¡

Dormir bien, es uno de los aspectos principales que el cuidador ha de tener en cuenta en su tarea de "autocuidado". Es una necesidad importante si queremos alcanzar un buen estado de salud tanto físico como mental y, nos permitirá alcanzar el grado necesario de vitalidad y fuerza para desarrollar nuestra labor diarias. 


Como habíamos visto en la primera parte de esta entrada ("Un sueño reparador (I)") a veces, las causas por las que un cuidador tiene dificultades para dormir son consecuencia de malos hábitos en su higiene del sueño o causadas por factores ambientales y/o emocionales que le afectan de manera personal. 


Hoy, sin embargo, trataremos el tema del insomnio del cuidador cuando este, viene provocado por los trastornos de sueño que sufre la persona a la que cuidan.


A menudo, el cuidador ve trastornada o interrumpida su rutina del sueño como consecuencia de las dificultades que el familiar al que cuidan tiene para dormir...tardan en conciliar el sueño debido a la agitación, se despiertan en medio de la noche con miedo, se levantan continuamente al baño y deambulan...

Las personas que sufren Alzheimer y/o otras enfermedades neurodegenerativas por ejemplo, sufren el llamado "síndrome vespertino o de sundowning", que les provoca inquietud, agitación y/o malhumor cuando empieza a anochecer o en el momento de la cena.
Otras causas que pueden tener como consecuencia el insomnio en vuestro familiar, y, de las que debéis estar pendientes, para intentar darle solución son:
Causas fisiológicas o médicas

  1. En algunas patologías concretas, como consecuencia del daño cerebral que se produce, el "reloj natural" que todos tenemos se ve afectado, trastocando los correctos patrones de sueño que hasta ahora seguía.
  2.  Dolores, malestares y/o otras enfermedades que esté padeciendo.
  3.  Problemas urinarios, que le impiden estar cómodo y le obligan a tener que levantarse de manera continuada durante la noche.
  4. Problemas metabólicos que le estén provocando calambres, adormecimiento y/o entumecimiento y le impidan dormir con placidez.
  5. Puede existir un problema de depresión, que origina las dificultades para conciliar el sueño o la imposibilidad de volver a dormirse si se despierta.
  6. Efectos secundarios de determinados medicamentos suministrados antes de acostarse.
  7. Problemas respiratorios que pueden provocar ronquidos fuertes y/o apneas del sueño, impidiendo un descanso profundo y generando despertares continuados durante la noche.

Causas ambientales 

  1.  Temperatura inadecuada.  
  2.  Ruido excesivo y/o molesto.
  3.  Iluminación: mucha y/o poca luz...puede provocarles desorientación y miedo.

Otras causas

  1. Acostarse muy temprano.
  2. Haber dormido mucho durante el día.
  3. Agitación y/o excitación excesiva.
  4. Falta de ejercicio el resto del día.
  5. Tener Hambre o sed.
  6. Haber tomado muchos líquidos, refresco, alcohol o cafeína.
  7. Cambio en los hábitos de sueño.
  8. Alimentación inadecuada.
Lograr que la persona a la que cuidáis adquiera unos correctos hábitos de sueño y permanezca durante la noche tranquila y sin sobresaltos, conlleva un duro trabajo de observación, paciencia y planificación.... no se podrá conseguir en poco tiempo, sino que serán rutinas que se vayan adquiriendo con el paso de los días.
 

 
CONSEJOS Y PAUTAS DE ACTUACIÓN
 

Entorno adecuado
 
  • Mantener un ambiente lo más cómodo y estable posible.
  • Mantener una temperatura apropiada. A menudo, las personas con enfermedades suelen padecer variaciones bruscas de temperatura.
  • Tener una iluminación adecuada. El tener poca luz y las sombras, pueden generar angustia, miedo, desconcierto e incluso provocarles alucinaciones.
  • Dejar encendida alguna luz, ya sea la lámpara de la mesilla, del baño o del pasillo, puede ayudar para que si se despiertan y levantan por la noche, no sientan confusión ni se desorienten.
  • Tener objetos en la habitación que le sean familiares y que puedan ubicarlos y calmarlos si se despiertan.
  • Evitar que tenga acceso a la ropa para que no haya malos entendidos y pueda pensar que se tiene que vestir o que ya es de día si se levanta.
  • Eliminar los ruidos fuertes... se puede recurrir a la música relajante si la disfruta y le ayuda a estar tranquilo.
  • Utilizar un colchón y ropa de cama adecuados a sus necesidades para disminuir posibles incomodidades durante la noche.
  • Cerrar bien persianas y/o cortinas para que no entre luz del exterior y pueda pensar que es de día.
 
Alimentación/ Bebidas/ Medicación
  •  Disminuir el consumo de cafeína (café, cola, té, el chocolate) durante el día y eliminarla totalmente a partir de la media tarde.
  •  Disminuir o eliminar el consumo de bebidas alcohólicas y/o tabaco.
  • Procurar no darle líquidos dos horas antes de irse a la cama.
  • Intentar, en la medida de lo posible, que la medicación que pueda provocarle insomnio la tomen por la mañana. (los diuréticos, por ejemplo, pueden provocar ganas de orinar e impedir el descanso).
  • La cena no debe ser ni demasiado copiosa ni quedarse escasa. Los alimentos serán ligeros y de fácil digestión.
  • Utilizar medicamentos para dormir,solamente bajo supervisión médica.
 
 
 Rutinas Diarias
 
  • Establecer una rutina de actividades para que la identifique con irse a la cama y dormir... por ejemplo, ir al WC, lavarse, ponerse el pijama y acostarse. Repetir esta rutina todos los días y a la misma hora.
  • Orientadlos cuando los vayáis a acostar, mostrándoles que es de noche y que es tiempo de descansar.
  • Es importante, siempre que sea posible, realizar ejercicios y/o alguna actividad durante el día, esto ocasionará que estén cansados cuando se acuesten.
  • Si vuestro familiar suele vagar por las noches, aseguraos de que todo esté cerrado para que no pueda salir, caer o perderse. Cerrad con llave puertas y ventanas, impedid el paso si hay escaleras, quitad alfombras o cualquier otro mueble u objeto con el cual pueda topar, caerse y/o hacerse daño.
  • Si se despiertan durante la noche, tratad de tranquilizarlos, proporcionándoles seguridad y apoyo. Acercaos de frente para que os puedan reconocer, decidles quién sois y habladles suave y cariñosamente... Intentad que vuelvan a conciliar el sueño por ejemplo, cantándoles una canción.
  • Si se despiertan por la noche y se encuentran desorientado, intentaremos reubicarlos en el tiempo (que hora es) y en el espacio (donde se encuentra)... podemos acompañarlos a una ventana para que vean que es de noche, enseñarles un reloj para que vean la hora, que recorran la habitación para que entiendan que están en su casa....
  • Una ducha o un baño con agua tibia puede ser reconfortante y resultar muy útil en algunos casos.
  • Un masaje relajante antes de acostarse les ayudará a conciliar mejor el sueño.
  • Evitar en lo posible que den cabeceadas durante el día... éstas pueden impedir que por la noche tengan sensación de sueño. Procurad que estén entretenidos para que la inactividad no les provoque somnolencia.
  • Tratar de no molestarlo, enfadarlo o provocarle preocupaciones innecesarias durante el día.
  • Si la persona rehúsa ir a la cama, intentad otras alternativas, como por ejemplo invitarle a que duerma en el sofá.  
 
 
 
En definitiva, lo principal y más importante a la hora de tratar el insomnio en nuestro familiar es, determinar e intentar averiguar qué es lo que les está afectando y lo que le impide adquirir una correcta rutina del sueño ....solo así, podremos poner en marcha medidas al respecto e intentar dar con la solución.
 
 
Si veis que todas estas alternativas no dan resultado, deberéis considerar otras posibles soluciones más drásticas como la utilización de medicación, solicitar a un familiar o profesional que os sustituya durante la noche , utilizar pañales en casos de incontinencia...cualquier opción será válida siempre que podáis conseguir disfrutar de un sueño reparador, tanto vosotros como vuestro familiar¡
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