Pero…¿qué ejercicio físico? No todos los deportes son adecuados para mejorar nuestro reposo y los de nuestros familiares enfermos de alzhéimer, hoy lo detallamos un poco más:
- Ejercicio de intensidad moderada, como caminar, bicicleta, marcha ligera, natación… realizado durante 30 minutos diarios es un gran aliado del sueño
- Evitar los ejercicios de alto impacto, sobre todo en horas vespertinas, ya que el aumento de frecuencia cardiaca nos impedirá tener un sueño reparador
- Los estiramientos musculares nos serán también de gran ayuda, ya que además de disminuir la tensión acumulada en el musculo y previenen los dolores osteoarticulares.
- Ejercicios físicos acompañados de respiración y meditación, como el yoga, Pilates o taichí, son los más completos, si bien son más complicados de realizar para una persona afecta de alzhéimer, en fases iniciales de la enfermedad se pueden practicar sin ningún problema.
- Siempre que se pueda y el tiempo lo permita, haremos el ejercicio al aire libre, mejorando así la oxigenación de nuestro organismo.
No es solo importante destacar el tipo de ejercicio sino también la hora en que lo realizaremos, muy importante evitar las últimas horas de la tarde, dejando al menos un intervalo de dos horas desde que practicamos la actividad física y nos vamos a la cama. Mejor realizarlo en las primeras horas de la mañana, y si encima lo realizamos al aire libre podremos beneficiarnos de los rayos solares sin prejuicio para nuestra piel.
Marina Preciado. Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”