Viernes, 22 Abril 2016 11:10

PIE DIABÉTICO

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Os comentábamos la semana pasada la importancia que tiene esta dolencia, aclarar primero que aunque como su propio nombre indica se produce solo en pacientes diabéticos no significa que todas las personas diabéticas lo deban padecer, solo ocurrirá en pacientes  no controladas con  problemas vasculares asociados y no lleven una correcta profilaxis.

 Se llama pie diabético al conjunto de lesiones tróficas de la piel como consecuencia de la falta de sensibilidad y estímulos  dolorosos que provoca las neuropatías asociadas a la diabetes. Y es que si sumamos los problemas circulatorios y la lenta cicatrización de las heridas tenemos un coctel muy peligroso.

El tratamiento de la lesión depende del grado de la misma:

  • Grado 0: No hay lesión, nuestro tratamiento consiste en la prevención, importantísimo un cuidado extremo del pie, no solo en higiene, sino también en hidratación y evitar roces o presiones.
  • Grado 1: Úlcera superficial que compromete todo el espesor de la piel, pero no tejidos subyacentes. Eliminaremos el punto de presión sobre la ulcera para evitar complicaciones o un daño a nivel de tejidos profundos
  • Grado 2: Úlcera profunda, penetrando hasta ligamentos y músculos, pero no compromete el hueso o la formación de abscesos. Debe realizarse una desbridación, curación tópica y utilizar antibióticos y coadyuvantes para ayudar a la recuperación de los tejidos
  • Grado 3: Úlcera profunda con celulitis o formación de abscesos, casi siempre con osteomielitis. En estos casos la cirugía suele ser la única solución
  • Grado 4: Gangrena localizada. Muy peligrosa, requiere hospitalización y cirugía revascularizadora, para evitar la amputación
  • Grado 5: Gangrena de todo el pie. Requiere amputación

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Además de la higiene, hidratación de la piel y evitar la presiones en el pie que os comentábamos antes, también podemos cuidar la alimentación, mantener unos niveles estables de glucosa y un poco de ejercicio para mantener una correcta vascularización de la zona. Con estos cuidados lograremos frenar su aparición o minimizar los daños una vez que aparezcan los primeros síntomas, lo cual es muy importante ya que una vez que el daño tisular es profundo la resolución de la lesión es muy difícil.

Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta  Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)

 

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