Detectar el Alzheimer o el Parkinson antes de que estas enfermedades empiecen a afectar la vida de los enfermos. Este es el objetivo que han buscado los investigadores del laboratorio de Computación y Ciencia Artificial del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y que parecen haber encontrado gracias alas nuevas tecnologías.
Hasta el momento se utilizaba el test del reloj y la Evaluación Cognitiva Montreal para detectar los cambio cognitivos, provocados por causas que van desde los golpes y las contusiones hasta el Alzheimer. En esta enfermedad, sin embargo, los cambios en el cerebro pueden iniciarse 10 o más años antes de que se note el cambio y hasta ahora no había ninguna prueba que detectara estas variaciones desde el primer momento.
Los investigadores del MIT han formado parte de un equipo de trabajo que utiliza un modelo predictivo junto con el hardware existente para detectar estos trastornos de forma más temprana que nunca. Su técnica se basa en utilizar un bolígrafo digital con una cámara incorporada que permite analizar datos mucho más precisos.
Durante décadas, los médicos han pedido a sus pacientes que dibujaran un reloj de aguja mostrando una hora determinada (las 11 y 10 minutos) y luego piden copiar un reloj predibujado. Esta prueba, sin embargo, ha demostrado tener sus limitaciones, ya que se basa en el juicio subjetivo del especialista sobre el dibujo final, sin tener en cuenta todo el proceso.
El Anoto Live Pen desarrollado por los investigadores del MIT mide su posición sobre el papel más de 80 veces por segundo, lo que permite analizar todos y cada uno de los movimientos y las vacilaciones del paciente. Además, han estudiado 2.600 test en los últimos nueve años para desarrollar un modelo que permite detectar mejor si una persona tiene una disfunción cognitiva, e incluso determinar con precisión cuál puede ser.
"Hemos mejorado el análisis para convertirlo en automático y objetivo", explica Cynthia Rudin, investigadora principal del laboratorio de Computación y Ciencia Artificial. "Podemos extraer miles de características del proceso de dibujo que dan pistas sobre el estado cognitivo del sujeto, y nuestros algoritmos ayudan a determinar cuáles pueden hacer la predicción más precisa", añade William Souillard-Mandar, otro miembro del equipo.
Con el nuevo bolígrafo digital, los médicos han determinado que un adulto sano pasa más tiempo pensando (con el bolígrafo lejos del papel) que dibujando. Las personas que sufren un deterioro de la memoria necesitan pasar incluso más tiempo imaginando el reloj en su mente antes de plasmarlo con tinta. Los pacientes con Parkinson, en cambio, requieren más minutos para pintar unos relojes que tienden a ser más pequeños, lo que sugiere que su cerebro está trabajando más duro pero produce menos, algo indetectable hasta el momento.
El trabajo, que se encuentra todavía en una fase relativamente inicial, permitiría no sólo detectar mejor la enfermedad, si no evitar que los médicos malgasten mucho tiempo analizando dibujos.