El consumo durante la juventud o el primer estadio de la vida adulta de ciertas vitaminas como B12, B3, C, el ácido fólico y una variedad rica en frutas, vegetales, pan, cereales, pescado y vino tinto, puede ayudar a reducir los síntomas del Alzheimer, padecimiento irreversible que hasta el momento no tiene cura. Así lo afirmó David Abraham Fabián Encarnación, especialista en Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la delegación regional.
Destacó que un gran porcentaje de la población presenta Alzheimer; en 10% de los casos se presenta entes de los 60 años a consecuencia de la mutación genética, transmitiéndose de padres a hijos. Cuando alguien presenta este problema pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultad para hablar, leer y escribir, olvidan como cepillarse los dientes y peinarse el cabello, pueden volverse ansiosos, agresivos o deambular lejos de su casa.
El médico explicó que los primeros síntomas se confunden con la vejez en el paciente. Además, estos se aceleran por el estrés familiar, cambios bruscos en la rutina o alteraciones drásticas en la vida cotidiana. Por lo que estas señales se pueden detener con un ambiente familiar feliz, con actividades intelectuales como el ajedrez, lectura, completar crucigramas, realizar ejercicio y socializar con sus amigos, concluyó.
En un comunicado de prensa, explicó que el avance de la enfermedad puede ser más rápido o lento en función del entorno de la personas, no es una situación fácil y la familia tendrá que hacer grandes esfuerzos para ofrecerle a las personas un ambiente lo más favorable posible.
Fuente por: Alejandro García Magallón